EVOLUCIÓN
El hombre, arcilla iluminada,
vástago del linaje de su profunda historia evolutiva,
construyendo consciencia, memoria y pensamiento,
fue soñador, alfarero, alquimista
en el silogismo de cada encrucijada
Acunó las semillas en la tierra desnuda,
refugio de lo exótico a la sangre del so
que segó sus entrañas de orgásmica locura
al grito de la savia que se hizo floración
Vio a la insólita rana croando en su delirio,
su grácil esbeltez de estrías en la espalda
cargando renacuajos dentro o cerca del agua,
en bosques tropicales o en la región subártica
Y a la quinta esencia de la sencillez
con voto de humildad en su prosapia,
serpenteando en el verde marrón de los lagartos
o en el ofidio cuello de la garza
Vio al reptil… en el pájaro,
con sus ojos brillantes y pequeños
ensamblados en miles de milenios,
celebrando el milagro el milagro de su casta.
Al ave en acrobático vuelo
a juego de distancias,
desafiando la gravedad burlada
en la virginidad del alba.
Y a los flotantes hilos de seda de la araña
suspendidos al viento entre las ramas
Vio a pequeñas e insólitas criaturas
linaje de mamíferos en tórrido calor,
osando el desafío por heredar la tierra
bajo la tiranía de su depredador
vivaz efervescencia de los primates ágiles
con cerebros proclives a la interrogación…
curioseando el bucólico mundo, con visión a color
y las manos dispuestas para la exploración.
MARTHA INÉS VÉLEZ – Medellín, Colombia
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Y a la orgásmica floración
en la sangre del sol
que al grito de la savia,
acunó la semilla en sus entrañas.
Martha Inés Vélez.
El hombre, arcilla iluminada,
vástago del linaje de su profunda historia evolutiva,
construyendo consciencia, memoria y pensamiento,
fue soñador, alfarero, alquimista
en el silogismo de cada encrucijada
Acunó las semillas en la tierra desnuda,
refugio de lo exótico a la sangre del so
que segó sus entrañas de orgásmica locura
al grito de la savia que se hizo floración
Vio a la insólita rana croando en su delirio,
su grácil esbeltez de estrías en la espalda
cargando renacuajos dentro o cerca del agua,
en bosques tropicales o en la región subártica
Y a la quinta esencia de la sencillez
con voto de humildad en su prosapia,
serpenteando en el verde marrón de los lagartos
o en el ofidio cuello de la garza
Vio al reptil… en el pájaro,
con sus ojos brillantes y pequeños
ensamblados en miles de milenios,
celebrando el milagro el milagro de su casta.
Al ave en acrobático vuelo
a juego de distancias,
desafiando la gravedad burlada
en la virginidad del alba.
Y a los flotantes hilos de seda de la araña
suspendidos al viento entre las ramas
Vio a pequeñas e insólitas criaturas
linaje de mamíferos en tórrido calor,
osando el desafío por heredar la tierra
bajo la tiranía de su depredador
vivaz efervescencia de los primates ágiles
con cerebros proclives a la interrogación…
curioseando el bucólico mundo, con visión a color
y las manos dispuestas para la exploración.
MARTHA INÉS VÉLEZ – Medellín, Colombia
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Y a la orgásmica floración
en la sangre del sol
que al grito de la savia,
acunó la semilla en sus entrañas.
Martha Inés Vélez.
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