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LA LLUVIA Y EL MAR [1]
Al distinguido escritor argentino y Presidente de
ASOLAPO Argentina - Director de Organización Internacional, Norberto
Pannone, amigo en las letras y hermano en Humanidad: alimentados por el
maná de la palabra en nuestro peregrinar por el desierto del caos y hacia el
oasis de la imaginación creadora…
Celebrando junto a los colegas de la Asociación
Latinoamericana de Poetas, el Día del Escritor y del Libro en
la República Argentina. Con afecto admirativo (Junio 2018)…
La lluvia y el mar. El mar y la lluvia. La
lluvia sobre el mar. El mar bajo la lluvia. La lluvia, nostalgia en movimiento.
El mar, melancolía en calma. Atardece. Un resto de crepúsculo se despereza
sobre la línea del horizonte como el filo de un cuchillo.
Cuchillo herrumbrado en lluvia culposa
acunada en mar plomizo y uruguayo pautado como despedida, en clave de turístico
amorío. Cuchillo que penetra -pincelada
de púrpura ardiente- el mestizaje marítimo que se aplana sobre la playa
muda de voces y de sol, entretejido bajo aquellos faroles costaneros prontos a
encenderse.
Cuchillo herrumbrado por la lluvia y el mar.
Ocre… Un cuchillo atardecido y difuminado artero como el humo grueso del habano
que aspiro ahora, lentamente, aunque mi Cuba esté lejos… Humo de habano
masticado esfumándose entre mis manos cetrinas, aunque mi Cuba siga lejos… Tan
lejos… Un cuchillo que da forma a mi pena despuntada en el brillo plomizo y charrúa
del mar de Piriápolis, mestizado en su océano Atlántico por las aguas sepias
del Río de la Plata.
Pero no estoy en Cuba; aturdido por los
hechos, me repito en silencio el poema 19 de Neruda con el que la hube
estremecido después de nuestro furtivo encuentro en aquel cuarto afrancesado
del Argentino, y sigo asomado hacia aquella estrecha bahía, oteándola ahora desde
el confortable habitáculo de un Nissan alquilado como absorto turista en solitario
impasse –vuelto ausencia imprevista-
y detenido, sin saber qué hacer, en esa falsa copia de costanera almeriense que
se contorneaba como un serpiente en sus siete kilómetros de playa, animando de
arena a una diminuta pero activa villa marinera de aguas mixturadas y poco
profundas…
Y cuando decido bajar del auto y bendecirme
con aquella garúa fina y sincrónica como una letanía gregoriana, observo sin
obstáculo alguno a esa mezcla difusa, ora verdosa, ora marrón, ora cenicienta,
mas ahora plomiza por la fuga cada
vez más cierta del sol en el paisaje, ligando el infinito presente de un
reciente adiós sin retorno porque ella…,
ya se ha ido. Y la pena de su pérdida lucha en mi interior -en aquel lugar donde el mar es la lluvia y la lluvia es el mar, como
en ningún lado- porque la nostalgia de su adiós inexorable, toma también el
color verdinegro de una bahía uruguaya donde se hamaca -en calma y sin cesar- la marcada infusión de aquellas aguas
salobres y yodadas...
Sí, el mar, en calma. Y hamacándose sin
cesar. También él como yo, turbado y
escaseado incluso de ellos…
… De
ellos… O de todos aquellos hombres que, como niños, habían anticipado en la
mañana una bella alborada de estío para irrumpir -con sus juegos- en la mansa arena del gigante agridulce
estacionado -como un buque más- en el
puerto de Piria. Hombres y niños. O niños jugando como hombres. Y hombres
jugando como niños, en un eterno Jano que parece señalar -en sus inexorables extremos- aquello de que cuando niños deseamos
ser hombres y cuando hombres volver a ser niños.
Pero ahora ellos tampoco están. Se han ido también como… o con ella. Y la nostalgia muerde mi soledad y
la parte en pedacitos tan pequeños, tan efímeros y diminutos, que se tornan
como unas de esas gotas de lluvia que cae sobre el mar, mientras éste las acuna
–en ciega obsecuencia- con sus pies
de brisa tenue y tersamente movedizos… Gotas de golpes frágiles que se
arrebatan y se adhieren a los vidrios polarizados de mi auto nipón tejiendo la
impronta de una colmena acuosa… Una colmena de gránulos de arena fina y de
cuyos panales asoman semillas de ojos redondos brotados de sal…
Esto, a la izquierda. A la derecha, el Gran
Hotel Argentino, donde al glamour de
su estirpe europea moldeada en estilo neoclásico francés, irrumpe y se acopla
otro tipo de pesadumbre emparentada con la mía, pero que hinca sus raíces
doradas y marmoladas, en una compleja argamasa de recuerdos viscosos unos y felices
otros… Los de aquellos fundacionales años 20 enmarcados en alucinantes recortes
fotográficos que cuelgan –en su sótano espacioso
vuelto museo- de unas mohosas aunque pertinaces, augustas paredes vivientes
para quienes el tiempo no ha existido ni existirá jamás…
… Y todo mientras la radio del auto
alquilado, susurra -sin rubor alguno y a
mis espaldas- la tibia y apasionada voz de Celine Dione, pero mestizada
también y de pronto como las aguas grises de aquel paisaje bucanero y cruel, al
ser atravesada ásperamente -en su trino
final- por el canto álgido y voraz de las gaviotas peregrinas que
sobrevuelan el vacío cortinado de la lluvia sobre el mar, y sentenciando así,
en el último acorde castellano de una bella canción pop: Mujer (Muchacho): “Estás sola (solo)… Estás sola (solo), otra vez”[2]…
(Y me siento tan vacío en ese instante como el absorto viajero isleño que soy, mirando al sureste…, mirando al
sureste…, mirando al sureste…, en tanto la oblonga figura del buquebús que
enfila hacia Buenos Aires para devolverla a la rústica Italia, se vuelve una
gota más del mar de la lluvia y de la lluvia del mar, sin saber como ella le
recuerda también y como a una prohibida obsesión, detrás de la varonil
entonación de Enrico Farina, suplicando “Amore scusami”[3]).
En versión micorrelato del 18-05-2018, integra
el Libro “APOCALIPSIS
BANG (Y Otras Historias)” (Colección de Relatos Extraordinarios). Inédito.
La Botica del Autor. Santa Fe (Argentina), D. 2006 a la fecha; y en la presente
versión relato/cuento, el Libro “MIXTURAS
COTIDIANAS Y Otros Cuentos” – Colección de Realismo Mágico y Metafísico.
Inédito. La Botica del Autor – Santa Fe, Argentina, D. 2010 a la fecha.-
Publicado el 12-06-2018 en el Blog de Autor del Foro “PARNASSUS, PATRIA DE ARTISTAS (Patria simbólica de escritores y
artistas internacionales)” - Galardonado como PROSA DESTACADA por la Administración (Trina Mercedes Leè de
Hidaldo) y La Dirección del Foro. Directora Fundadora: Prof. Marisa Aragón
Willner.-
©ADRIÁN N. ESCUDERO – Santa Fe, Argentina
– 21 de mayo 2018 (T.a.: 11 de junio de 2018).-
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
ADRIÁN NÉSTOR
ESCUDERO. Nacido en
Santa Fe, Argentina, el 12 de enero de 1951. E-mail: adrianes@hotmail.com. Casado, cuatro hijos
y seis nietos (por ahora, y a la espera de los que vendrán, a Dios gracias). Como
Dr. Contador Público Nacional (1975) y
Magíster en Dirección de Empresas (CT – 1998), se desempeñó en la gestión
privada y pública. Ejerció la docencia y
cargos académicos universitarios en el Área de Administración de
Organizaciones y Área de Gestión Educativa (FCE-UNL, 1972/1980 y FCE-UCSF,
1980-2000).
[2] DION, Celine –
C.D. “Falling Into You” – En castellano: “Sola otra vez” - Sony Music,
Executive Producers: Vito Lupranno anda John Doelp, 1990.-
[3] FARINA, Enrico- En
italiano: “Amore scusami” de Palavicini y Mescolia – C.D. Nº 10 – Colección de
Música Romántica - D.V. More records, 1996.-
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