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sábado, 21 de julio de 2018

LA LLUVIA Y EL MAR, Adrián Néstor Escudero, Santa Fe, Argentina


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Lluvia




LA LLUVIA Y EL MAR [1]


Al distinguido escritor argentino y Presidente de ASOLAPO Argentina - Director de Organización Internacional, Norberto Pannone, amigo en las letras y hermano en Humanidad: alimentados por el maná de la palabra en nuestro peregrinar por el desierto del caos y hacia el oasis de la imaginación creadora…

Celebrando junto a los colegas de la Asociación Latinoamericana de Poetas, el Día del Escritor y del Libro en la República Argentina. Con afecto admirativo (Junio 2018)…


   La lluvia y el mar. El mar y la lluvia. La lluvia sobre el mar. El mar bajo la lluvia. La lluvia, nostalgia en movimiento. El mar, melancolía en calma. Atardece. Un resto de crepúsculo se despereza sobre la línea del horizonte como el filo de un cuchillo.
   Cuchillo herrumbrado en lluvia culposa acunada en mar plomizo y uruguayo pautado como despedida, en clave de turístico amorío. Cuchillo que penetra -pincelada de púrpura ardiente- el mestizaje marítimo que se aplana sobre la playa muda de voces y de sol, entretejido bajo aquellos faroles costaneros prontos a encenderse.
   Cuchillo herrumbrado por la lluvia y el mar. Ocre… Un cuchillo atardecido y difuminado artero como el humo grueso del habano que aspiro ahora, lentamente, aunque mi Cuba esté lejos… Humo de habano masticado esfumándose entre mis manos cetrinas, aunque mi Cuba siga lejos… Tan lejos… Un cuchillo que da forma a mi pena despuntada en el brillo plomizo y charrúa del mar de Piriápolis, mestizado en su océano Atlántico por las aguas sepias del Río de la Plata.

   Pero no estoy en Cuba; aturdido por los hechos, me repito en silencio el poema 19 de Neruda con el que la hube estremecido después de nuestro furtivo encuentro en aquel cuarto afrancesado del Argentino, y sigo asomado hacia aquella estrecha bahía, oteándola ahora desde el confortable habitáculo de un Nissan alquilado como absorto turista en solitario impasse –vuelto ausencia imprevista- y detenido, sin saber qué hacer, en esa falsa copia de costanera almeriense que se contorneaba como un serpiente en sus siete kilómetros de playa, animando de arena a una diminuta pero activa villa marinera de aguas mixturadas y poco profundas…

   Y cuando decido bajar del auto y bendecirme con aquella garúa fina y sincrónica como una letanía gregoriana, observo sin obstáculo alguno a esa mezcla difusa, ora verdosa, ora marrón, ora cenicienta, mas ahora plomiza por la fuga cada vez más cierta del sol en el paisaje, ligando el infinito presente de un reciente adiós sin retorno porque ella…, ya se ha ido. Y la pena de su pérdida lucha en mi interior -en aquel lugar donde el mar es la lluvia y la lluvia es el mar, como en ningún lado- porque la nostalgia de su adiós inexorable, toma también el color verdinegro de una bahía uruguaya donde se hamaca -en calma y sin cesar- la marcada infusión de aquellas aguas salobres y yodadas...

   Sí, el mar, en calma. Y hamacándose sin cesar. También él como yo, turbado y escaseado incluso de ellos
   … De ellos… O de todos aquellos hombres que, como niños, habían anticipado en la mañana una bella alborada de estío para irrumpir -con sus juegos- en la mansa arena del gigante agridulce estacionado -como un buque más- en el puerto de Piria. Hombres y niños. O niños jugando como hombres. Y hombres jugando como niños, en un eterno Jano que parece señalar -en sus inexorables extremos- aquello de que cuando niños deseamos ser hombres y cuando hombres volver a ser niños.

   Pero ahora ellos tampoco están. Se han ido también como… o con ella. Y la nostalgia muerde mi soledad y la parte en pedacitos tan pequeños, tan efímeros y diminutos, que se tornan como unas de esas gotas de lluvia que cae sobre el mar, mientras éste las acuna –en ciega obsecuencia- con sus pies de brisa tenue y tersamente movedizos… Gotas de golpes frágiles que se arrebatan y se adhieren a los vidrios polarizados de mi auto nipón tejiendo la impronta de una colmena acuosa… Una colmena de gránulos de arena fina y de cuyos panales asoman semillas de ojos redondos brotados de sal…

   Esto, a la izquierda. A la derecha, el Gran Hotel Argentino, donde al glamour de su estirpe europea moldeada en estilo neoclásico francés, irrumpe y se acopla otro tipo de pesadumbre emparentada con la mía, pero que hinca sus raíces doradas y marmoladas, en una compleja argamasa de recuerdos viscosos unos y felices otros… Los de aquellos fundacionales años 20 enmarcados en alucinantes recortes fotográficos que cuelgan –en su sótano espacioso vuelto museo- de unas mohosas aunque pertinaces, augustas paredes vivientes para quienes el tiempo no ha existido ni existirá jamás…

   … Y todo mientras la radio del auto alquilado, susurra -sin rubor alguno y a mis espaldas- la tibia y apasionada voz de Celine Dione, pero mestizada también y de pronto como las aguas grises de aquel paisaje bucanero y cruel, al ser atravesada ásperamente -en su trino final- por el canto álgido y voraz de las gaviotas peregrinas que sobrevuelan el vacío cortinado de la lluvia sobre el mar, y sentenciando así, en el último acorde castellano de una bella canción pop: Mujer (Muchacho): “Estás sola (solo)… Estás sola (solo), otra vez”[2]

   (Y me siento tan vacío en ese instante como el absorto viajero isleño que soy, mirando al sureste…, mirando al sureste…, mirando al sureste…, en tanto la oblonga figura del buquebús que enfila hacia Buenos Aires para devolverla a la rústica Italia, se vuelve una gota más del mar de la lluvia y de la lluvia del mar, sin saber como ella le recuerda también y como a una prohibida obsesión, detrás de la varonil entonación de Enrico Farina, suplicando “Amore scusami”[3]).


   En versión micorrelato del 18-05-2018, integra el Libro “APOCALIPSIS BANG (Y Otras Historias)” (Colección de Relatos Extraordinarios). Inédito. La Botica del Autor. Santa Fe (Argentina), D. 2006 a la fecha; y en la presente versión relato/cuento, el Libro “MIXTURAS COTIDIANAS Y Otros Cuentos” – Colección de Realismo Mágico y Metafísico. Inédito. La Botica del Autor – Santa Fe, Argentina, D. 2010 a la fecha.-
  Publicado el 12-06-2018 en el Blog de Autor del Foro “PARNASSUS, PATRIA DE ARTISTAS (Patria simbólica de escritores y artistas internacionales)” - Galardonado como PROSA DESTACADA por la Administración (Trina Mercedes Leè de Hidaldo) y La Dirección del Foro. Directora Fundadora: Prof. Marisa Aragón Willner.-



©ADRIÁN N. ESCUDERO – Santa Fe, Argentina – 21 de mayo 2018 (T.a.: 11 de junio de 2018).-
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

   ADRIÁN NÉSTOR ESCUDERO. Nacido en Santa Fe, Argentina, el 12 de enero de 1951. E-mail: adrianes@hotmail.com. Casado, cuatro hijos y seis nietos (por ahora, y a la espera de los que vendrán, a Dios gracias). Como Dr. Contador Público Nacional (1975) y Magíster en Dirección de Empresas (CT – 1998), se desempeñó en la gestión privada y pública. Ejerció la docencia y cargos académicos universitarios en el Área de Administración de Organizaciones y Área de Gestión Educativa (FCE-UNL, 1972/1980 y FCE-UCSF, 1980-2000).








[2] DION, Celine – C.D. “Falling Into You” – En castellano: “Sola otra vez” - Sony Music, Executive Producers: Vito Lupranno anda John Doelp, 1990.-

[3] FARINA, Enrico- En italiano: “Amore scusami” de Palavicini y Mescolia – C.D. Nº 10 – Colección de Música Romántica - D.V. More records, 1996.-

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