¡POR FAVOR… NO TOQUEN EL ARTE!
Toda persona tiene sus inquietudes, problemas, carencias y
frustraciones y alguna que otra vez, logros y ésto ¿es bueno o malo? Como casi
todo, tiene su lado positivo y otro lado no tan positivo o quizás negativo,
aunque siempre concierne a la opinión de
cada cual.
Cuando
logramos los objetivos soñados o meramente planteados, solemos cerranos en un
círculo que ya nadie puede entrar, sino es a hacer reverencia a ese logro y por
lo tanto obstruimos el posible progreso o mejoramiento que todo tiene en su
composición y formación natural.
Se puede
aludir que un cuadro de Picasso, Goya, Van Gogh etc. son hermosos tal cual y
sería un absurdo intentar imponer un cambio o rectificación por simple que
fuera.
Esas ideas
absorbían mi mente cuando en el museo De Louvre tuve la oportunidad de admirar
la Venus de Milo, la Victoire de Samothrace, la Joconde etc ¿Se puede cambiar,
modificar, alterar el Cristo de Raffael? No por supuesto, sería un sacrilegio.
Si París es
una hermosa ciudad, con sus hermosos monumentos Un arco del Triunfo en cuya
base sigue ardiendo la llama del “soldado desconocido” de aquellos millones de
combatientes muertos en la 1ª guerra mundial. Des Champs Elysées y la place de
la Concorde, en donde Napoléon puso el obelisco, que se trajo de África, en
fin, una verdadera maravilla de monumento. Y pudo hacerlo porque Napoleón era
corso y Francia se adhirió esa isla un año antes de que naciera Napoléon.
Sabemos que el imperio romano duró unos ochocientos años, muchos de nosotros,
cuando estudiamos nuestros apellidos, descubrimos nuestras ascendencia romana.
Y la hermosa
Italia, con una historia increíble, el Vaticano, donde vive el Papa,y su
capilla Sixtina. Esperemos que los juegos olímpicos de este 2024 que se
celebrarán en París no dejen a sus atletas sólo con las competiciones y puedan
visitar esta hermosa ciudad.
Con el “bateau mouche” se da un paseo por el
Sena, en la hermosa ciudad Luz, como se suele llamar a París. Dura poco más de
una hora, antes has podido subir a la tour Eiffel y un poco antes visitar el
musée de l` homme
Pero claro,
¿hemos de aceptar las cosas como son o tenemos licencia para cambiarlas, o
mejorarlas? En esta disyuntiva nos vemos casi a diario, o aceptamos las cosas
como están o intentamos cambiarlas, modificarlas, con el mejor sentido, por
supuesto mejorarlas. Pero en cuanto al arte, dejemoslo tal cual y disfrutemos
contemplando.
SALOMÉ MOLTÓ – Alcoy,
Alicante, España
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
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