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sábado, 9 de abril de 2022

RESPETO, Elias Galati, Buenos Airs, Argentina

 


RESPETO


El término respeto es muy común en nuestro vocabulario, pero su significado tiene tres acepciones principales, acatamiento que se hace a alguien, acato o veneración y miramiento o atención

También puede significar  prevención, miedo, recelo, aprehensión.

Respetar significa tener miramiento o consideración.

Pero en general se usa en la condición de respetuoso, aludiendo a quien se comporta normalmente, de acuerdo a normas o reglas sociales, y que no sale del lugar común en su conducta personal.

En psicología se entiende el respeto como el sentimiento caracterizado por la apreciación de ciertas cualidades en otro individuo o en sentido figurado por la apreciación de aspectos laudables de algún sistema, filosofía social, programa, patrón de vida y señalado por una deferencia intelectual.

Respetabilidad es el juicio social referente a un individuo o tipo de conducta, cuando ellas están de acuerdo con normas sociales aceptadas.

En filosofía es el reconocimiento de la propia dignidad o la dignidad  de otros y el comportamiento fundado en este reconocimiento.

Demócrito enseña que el respeto es el principio de la ética, en especial el respeto a sí mismo “imponiendo a tu alma esta ley: no hacer lo que no se debe hacer”.

En el diálogo de Platón, Protágoras afirma que temeroso Zeus que se extinga la especie, ordenó a Hermes  llevar entre los hombres el respeto recíproco y la justicia para que fueran principios ordenadores de las ciudades y crearan vínculos de benevolencia entre los ciudadanos.

Kant lo redujo a la esfera de las emociones, considerándolo como un sentimiento sui generis, a la vez que como el único sentimiento moral.

Se entiende en general que el respeto es el empeño en reconocer en los otros hombres y en uno mismo, una dignidad que se tiene la obligación de salvaguardar.

Es decir el respeto es la condición indispensable para la dignidad humana.

Más aquí se plantean varios problemas, en primer lugar el deber de respetar que cada uno tiene, luego el que cada uno tiene consigo mismo, y por último la condición de respetabilidad que emerge del comportamiento y de las acciones personales.

Es cierto que en las sociedades modernas, la discriminación, la intolerancia, obran en contra del respeto, y quienes sostienen comportamientos agresivos, violentos e intolerantes en realidad faltan el respeto a los demás.

Es cierto también que la conducta es reflejo de uno mismo, y de su armonía o desarmonía interior, y que la falta de respeto es reflejo de faltarse el respeto a uno mismo. Por lo que, para que uno sea respetado debe ser respetable, es decir que si la forma de actuar o las palabras y hechos de alguien muestran una falta de respeto, es difícil que se lo considere respetable.

El problema mayor es el referido al rol social, y en especial al de los que detentan cierta autoridad o primacía en la comunidad.

Vivimos aquí la misma situación, la de aquellos que no respetan el rol, la autoridad, las normas, y las de los que ejerciendo autoridad no se muestran respetables, por su comportamientos, por sus palabras o por sus hechos.

¿Existe en nuestras sociedades, hoy, respeto por la dignidad de cada uno y de todos los seres humanos?

¿Nuestra forma de actuar es respetable, no sólo con relación a los demás sino también con lo que emerge de nuestra conducta, es decir manifestamos ser quienes brindamos respeto y nos hacemos respetar?

¿Existe un pie de igualdad en el respeto de quienes dominan, tienen autoridad o poder económico y el resto de los hombres, que no la tienen?

Volvemos a Demócrito el comienzo de la respetabilidad es el respeto a uno mismo, a no hacer nada de lo que no deba hacer, en cumplir con mi deber.

No importa si nadie lo ve o lo sabe, no importa si puedo permanecer impune, no importa si no habrá sanciones, cumplir el deber por mi propia dignidad de ser humano.

Como voy a hacer lo que no debo, como voy a retener lo que no es mío, como voy a ponerme en privilegio y no en un pie de igualdad con mis hermanos.

Ese es el origen de la respetabilidad.

Acaso nuestra conducta es respetable; nos sentimos respetados.

Aquellos que ejercen autoridad, obran con responsabilidad y son respetuosos, mereciendo ser respetados.

Los que deben cumplir las normas, lo hacen dignamente, respetan el marco legal o su comportamiento es impropio de sus deberes.

Si en una sociedad aquellos que tienen cierta autoridad no son respetables, si su conducta no es respetuosa, si no cumplen con sus deberes, y si quienes deben someterse a las normas, no respetan, discriminan, son intolerantes, su conducta es impropia y nada ejemplar, la sociedad no tiene futuro, y al desaparecer el respeto desaparece la dignidad de los hombres.

 

Elias D. Galati, Argentina


1 comentario:

  1. El respeto es súper importante y debe comenzar en el hogar...
    Gracias Dr. Elías y excelente juglar por este interesante artículo.

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