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sábado, 9 de abril de 2022

El recuerdo, ÁNGEL MEDINA, Málaga, España

 



El recuerdo                                       

 

“Puede morir la realidad, pero no el recuerdo. Extinguirse el hoy y permanecer el ayer”.

 

A veces el que sostiene la pluma no sabe si decir mejor en prosa o verso. Por eso, a modo de experiencia, y también ofrecer al lector la posibilidad de ejercer su dictamen intentaré abordar el relato desde ambas perspectivas.

 

Hoy es luz y mañana sobrevendrán las tinieblas. La veo sin verla. Basta con retrasarse el deseo y lo que quise se convierte en no puedo. Entonces, sobrevienen espacios de silencios de muerte y llega la duda que tienta el ánima. La emoción por la vida sangra por la herida del presentimiento. Aquellos ojos que me atraparon con su dulce mirada ahora no me miran. Incertidumbres para mi pobre espíritu, aunque a pesar de ella quisiera entender, aun cuando la razón lo niega. Lo que era ya no será. ¡Silencio! Escucho pasos… ¿Será ella? Achares. La duda engendra en mí miedos. ¿De dónde viene? La incertidumbre picotea como un cuervo mis entrañas recordando el ayer. Descubro en sus ojos lo que no me dicen sus palabras. Y como el náufrago que se agarra desesperadamente a la tabla también callo yo manteniendo la duda para que muriendo el presente pueda pervivir en mí el pasado. ¿Será la ilusión el puente entre lo real y lo imaginado?

 

Vergel convertido en páramo. De su tardanza

Entiendo mil motivos; silenciosos

Presunción que empaña mi reposo

Empieza a dudar la templanza.

En sus palabras ya no confío

Su ternura no me emociona

La confianza está herida

Donde antes todo era desafío

La suerte está decidida.

Sus luceros hoy me abandonan

Risas y lágrimas; contrarío

La duda me asalta; porfío

Mi mente ya no razona.

¡Cesen pues las palabras, sobrevenga el destierro!

¿Qué dirá ella? ¿Se detiene?

Presiento que llega ¡mis ojos cierro!

Ignorando saber de dónde viene.

Si pervivir queda, la última experiencia

Antes que devore los recuerdos

Habrá que hundirse con el barco: sí, pierdo,

Para que permanezca su presencia.

Cuando el silencio se antepone a los sonidos

Si tras los gestos no se dice; evidentes

Si ya el hoy está dormido

Apuntando todo a fenecido

Si lo que es sublime está ausente

Infinito cariño; adormecido

Habrá de sacrificarse el presente

Si quiere conservarse el recuerdo

Para que el ayer viva eternamente.

 

*Juzgue el leedor sobre la lírica.

 

©ÁNGEL MEDINA, poeta y escritor español

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

 

               Blog <autor:    https://www.facebook.com/novelapoesiayensayo

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