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DECEPCIONADOS.
De niños nos dijeron que Dios era bondad,
era justicia , era el amor, y la suprema equidad;
pero pasan los años y el tiempo se termina,
y no vemos las virtudes del Ser que determina.
Los niños pobres tiritando de frío en las aceras,
con hambre, enfermedades y dolor de mil maneras,
no tienen derecho a educación ni al mínimo vestuario,
y menos aún al esencial cariño necesario.
Los niños ricos disfrutando mansiones, fincas, viajes,
van a universidades y colegios con los mejores trajes,
tienen buena comida, buen perfume y carros caros,
y el amor y la ternura les llegan por todos los costados.
Cuando hay una tragedia y unos sufren y otros nada,
los que nada sufrieron dan gracias por su suerte apropiada,
y los otros, los que sí sufrieron y fueron maltratados
maldicen y se quejan entonces de sus hados?
No había necesidad de crear males a los seres vivientes,
porque si de ellos fuéramos puros e inocentes,
todos los que hoy , la vida con angustia padecemos
tendríamos paz y dicha, sin la ansiedad que tenemos.
La tierra pudiera ser un lugar sin penas, lleno de alegrías,
de cantos, rezos, tranquilidad, jolgorio y armonía;
porque si Adán y Eva tuvieron su original pecado,
la responsabilidad es individual, principio del derecho aceptado.
Mayo 3 de 2008
©JAIME VÉLEZ RAMIÍREZ, poeta y escritor colombiano
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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