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sábado, 10 de septiembre de 2016

RIBOTROIDES DE MI VIDA, Carlos Rodolfo Ascencio Barillas, El Salvador

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RIBOTROIDES DE MI VIDA


SONETOS SALVADOREÑOS

l.
INESPERADO

Que terrible  alegría es saber que muero
por la triste  agonía de llorar para existir
pero yo, sé que camino hacia el morir
con el soplo breve de un cielo de aguacero.

Me veo donde  se esconde aquel lucero
que ilumino las noches negras de mi sufrir
quiero ver la lluvia en su nuevo discernir
antes de avanzar, con tu luz llorar prefiero.

En la oscuridad del umbral tenebroso
yo sé que para mí, mañana será un gozo
en los yerros acuestas, de un brutal lamento.

Son ráfagas de tiempos escabrosos
y penas agonizantes sin remedios espantosos
que levantan resabios en tu fugaz viento.

ll.

“RABIETA”

El   dolor atraviesa mi vida incierta
y se apaga en una corriente violenta,                                                                                                         quizá es el caos que mata mi voz desierta,
y que vaga en espacios de hiel despierta.

¡Que me duele  esta tos ensombrecida!
por el injusto indiferente corazón humano
que yace en el interminable terror mundano
y por qué abate  mi tribulación estremecida.

¡Oh! golpes que embisten mi mortal querella,
son noches que mueren con la fugaz estrella
y con el sabor amargo de ajenjo, y villano.

Quisiera  liberarme  de la eterna congoja,
volar con la brisa, y el fruto que la recoja,
y con pesar de llanto en la sombra tenebrosa.


lll.

“EL VIAJE”

El río corre veloz hacia la otra vida
y nos marca la hora de la muerte
con su falaz reloj de la noche inerte
alejando el anhelo en su atroz huida.

Con el alma destrozada, y la mirada perdida
en el breve camino  de la nefasta suerte
con torrentes agonías  que mi llanto vierte
en un cerrar de ojos su brutal herida.

Triste amargura en mis  días, y desvanecida
cicatrices que poblaron mis aflicciones
y con llanto esperando en la tumba elegida.

Adiós a mis años de pasión desmedida,
quizás mañana se alejen mis tribulaciones
marcando el espanto de mí sombra espavorida.


lV.

“DESPERDICIOS”

Son agonías que con el alma pregona
y tristes suspiros de un corazón herido
es el látigo que en mi carne ha hundido
y la embestida junto al dolor que asoma.

Yo siento en mí existir su cruel aroma
y una voz que  expande su hiel alarido,
acompañado con su llanto entristecido
se despide con tinieblas que ocasiona.

El hombre es  brizna cual viento arrebata
sin prevenir el futuro incierto que percata
aunque con el correr del tiempo colisiona.

Una mañana muere con la paz de su pecho
buscando inesperado  su camino estrecho
y se aleja con el azul de tu inmensa mañana.

V.

“PROMISORIO”


Hoy sólo el valle,  el rocío, y el camino
la brisa constante y piedra  esponjosa
el rocío, el monte, y la montaña sigilosa
la bella naturaleza, el rio y el destino.

El lecho, el pájaro, el cauce serpentino
donde vibra la noche quejumbrosa
y la tarde se aleja con su flor olorosa,
 el agua, el musgo, y el verso alejandrino.

¿Quién escuchara la voz de mi viento?
díganme ¿Dónde están las ilusiones?
que desaparecen en el surco de mis ojos.

¿Por qué  se apagó la voz de tu lamento?
amores fallidos, y terribles decepciones
que murieron en tus cielos  tenebrosos.


©CARLOS RODOLFO ASCENCIO BARILLAS, poeta y escritor salvadoreño
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA



2 comentarios:

  1. Un minuto de vida es una estrella, brillando en un cielo que infinito, nos mima, nos atrae, nos espera, pidiéndonos sonrisas por consuelo.....!

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  2. Hermosísima colección de sonetos que me recordaron la maestría del gran escritor Rodolfo Virginio Leiro.El perfume inolvidable de las bellas poesías ,la justa palabra, la idea inmortal.

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