“EL DÍA DEL NIÑO EN EL SALVADOR”
“EL DÍA DEL NIÑO EN EL SALVADOR”
Es celebrado todo el mes de octubre.
Este día es sumamente especial, porque hoy
celebramos el Día Nacional del niño, con gran amor y regocijo, ¿pero qué
significado tiene en nuestros corazones?, cuando fuimos niños veíamos tantas
cosas bellas que aún viven en nuestra alma, que las llevamos siempre, y con
ella moriremos, pues los niños son y serán todo lo que la humanidad es y será,
un niño tiene la capacidad de ver lo que no se puede ver, de sentir lo que no
se puede sentir. Sus sentimientos son tan nobles que nos enseñan lo que no
podemos comprender, ellos son sinceros, amorosos, sencillos, inocentes,
complacientes, sonrientes y comprensivos, Por eso tenemos el deber de
cuidarlos, protegerlos, cultivarlos, y asegurarles su futuro en el mundo, y cuando hablo por el día del niño, estoy
hablando también de las niñas, que merecen toda nuestra atención, cuidados y
cariños, y quiero hacer este homenaje a todos los niños del mundo, cual quiera
que sea la condición social, económica, color, credo, y origen todos por igual
son la belleza de nuestro existir, díganme, ¿quién no quisiera volver hacer un
niño?, ¿quien quisiera volver a la hermosa infancia?, ¿quién quiere volver a
comenzar? Todos, queremos volver hacer niños si existiese la oportunidad,
volver a los días que dejamos atrás, volver a vivir la majestuosa niñez, volver
a sentir la lluvia de los atardeceres, a jugar con barquitos de papel, volver a
soñar con las estrellas, las luminosas noches de verano, a dormir en los brazos
de su madre, volver a contemplar los resplandecientes amaneceres, a vibrar con
la magia de su mundo maravilloso. Pero esos días pasaron, ahora me lleno de
regocijo el contemplar las vivencias de los niños. Y yo, me siento muy feliz el
saber que rendimos un gran tributo, y merecido homenaje a todos los niños del
mundo, y expreso mis afectos, y felicitaciones a todos los que contribuyen en
la felicidad de todos los niños en todas las naciones de la tierra.
“NIÑO”
Yo, era un niño que amaba las estrellas
y desde mi techo las contemplaba;
y veía el resplandor de tus tiernos ojos,
y la dulzura de tu suave sonrisa,
y en tu rostro se dibujaba un arcoíris.
Cuando la lluvia caía en mi costado,
Torrentes ilusiones brotaban de mi pecho.
Yo amé las nubes que viajaban con mis sueños
y las aves que volaban con mis fantasías,
y la brisa emotivamente sonreía
de grandes esperanzas eternamente seducía,
aquellos
momentos eran tardes de tranvía.
Yo me bañaba en los manantiales de tus rosas,
mil doncellas hermosas sollozaban;
con la dulce melodía que despertaba soñando
mariposas.
Yo miraba la lluvia danzar en los bosques,
y exhalaba el aroma de tus bellas azucenas.
¡Felices las horas que en la infancia vivía!
y cuando el sol de mis horizontes aparecía,
un amigo desde el llano me clamaba,
yo atendí el ardiente llamado,
fuimos por
los montes y quebradas,
aventuras que susurraban con el viento,
eran días que mi alma encendía,
y los pájaros en los árboles de mis parajes,
y el temblor del rocío mis labios acariciaban,
y las horas perfumaban los helechos,
después caían otros torrenciales aguaceros,
fue las
risas de un resplandeciente enero,
cuando de niños jugábamos a escondidas,
y el secreto habito por años en mi pecho
de aquellos sueños que vivían por derecho.
Yo recuerdo la voz de mi madre que me llamaba,
y me acosijaba, por el frío de la noche,
no quería, pero yo siempre le amaba,
eran bellos los días que murmuraban con el viento,
y a gritos anunciaban las flores del verano
pero, todo había pasado en un suspiro,
en las montañas, en las selvas y en las lluvias,
y en los encantos de aquel hermoso cielo,
y en el viento
que volaba con mis ilusiones
y las mariposas
que llegaban a mis jardines.
¡Oh! cuanto amé los hermosos días de mi infancia,
mi luz, mi sueño, mi estrella, mi llano, mi río,
mi amor, mi anhelo y mi triste desvarío…
© RODOLFO ASCENCIO BARILLAS, poeta y
escritor salvadoreño
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Bellos recuerdos atesorados, adornados, recreados desde la imaginación creativa del niño que crece...Añoranzas que vibran con el anhelo de las cosas perdidas que quedaron en sueños que el tiempo guarda como joya en estuche dorado......!
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