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“SONETOS DE LA VIDA”
CUARENTA
AÑOS
Son cuarenta años de agonía, hermano
de
sufrir con el corazón destrozado
sin
olvidar las congojas del pasado
y las
tristezas que abaten el tiempo tirano
Fueron
cuarenta años de duras penurias
de
llorar viviendo, de esperar para vivir
de
cerrar los ojos, de sentir para morir
y cargar
las penas de las nefastas injurias
Mi dolor
es fingir alegría en la sonrisa
y
aparentar felicidad en mi tormento,
y saber
que un día la vida pasará deprisa
Yo
quiero ser todo lo que antes era,
Una
efímera pizca de mi alma fiera
y un
halcón atroz con el fugaz viento.
AUXILIO
Soy el
eco perdido en el hondo abismo
y esperar lo no esperado, y de ser rescatado
soñar es
mi delirio con el pesar atolondrado,
sin añorar, sin añorar el cruel atavismo
¡Que me
abate esta ansiedad pavorosa
destino
falaz de mi ensombrecido cielo!
es una
resaca de mi enloquecido anhelo
y una
sombra unida a mi paz dolorosa
y
presagiar sombras de mi mutilante herida
y sin
esperar nada a cambio, estoy molido,
quisiera
volar, cual ave a su mortal guarida
pero yo,
moriré en el silencio que me embiste
y en mi
prolongada agonía mi pesar reviste;
clavando
con su violento puñal arremetido.
SER
El dolor atraviesa mi vida incierta
y se
apaga en una corriente violenta,
y en la
exasperante herida sangrienta
vaga con
la silente penumbra desierta
El
injusto indiferente corazón humano
¡Que me
duele esta tos ensombrecida!
y que
abate mi tribulación estremecida
con el
interminable terror mundano
¡oh!
golpes que embisten mi mortal querella
son
noches que mueren en la fugaz estrella.
y con el
sabor amargo de ajenjo, y villano,
quisiera
despertar en la eterna congoja,
volar
con la brisa, y el fruto que recoja,
y con el
pesar del llanto triste, y lejano
AURORA
Mañana seré lo que antes he sido,
luz en tus ojos, y umbral de un sueño
y buscaré en el pasado enrarecido;
jardín de rosas, y
manantial pequeño
Todo lo que amé, hirió mi alma
y tolo lo que busque, fueron fantasías,
inmensa llanura de un gorrión en calma
¡navíos lejanos de torrentes travesías!
Y cuando di amor fueron solo azotes,
pero caminé con la desgarrada muerte
y mañana lloré con el sueño inerte
¡Oh! rostros fieros de infelices suertes
ahora vago en el recuerdo del ronco canto
de aquel dolor profundo
en el triste llanto.
©CARLOS
RODOLFO ASCENCIO BARILLAS, poeta y escritor salvadoreño
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Estos
versos son de mi experiencia vivida, el primero es dedicado a mi queridísimo
hermano mayor José, hemos vivido los cuarenta años afrontando todas las
dificultades de la vida y el mundo, le debo tanto que es como mi Padre, les
aclaro, que soy miembro de una familia numerosa, diez hermanos, pero él es mi
hermano preferido porque somos uno para el otro, y los otros poemas, son los episodios de mi vida, con sabor amargo y
me he pasado muchos años esperando, lo que hasta ahora comprendo que nunca
llegara,
Cuanto
siento expresar lo que siento, pero todos necesitamos de todos.
Palabras
del autor.
Excelente trabajo. felicitaciones!
ResponderEliminarCuando el alma necesita expresarse y lo hace como tú Carlos, acompaña con su arte y sensibilidad al lector ....Experiencias de vida convertidas en sonetos , palabras sentidas que llegan al lo más profundo del corazón..!!!!
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