IRVIN
la mañana de julio
recibió a Irvin.
llovía y el frio lo empujó
hasta el fondo del gabán.
No había pájaros
ni gatos. ni viejos marinos.
El muelle era oscuro
y el agua gris,
pero la hierba era verde como en su país.
Sólo estaba su abuelo de Dublín
con olor a tabaco,
y pupilas azules
como el río Liffey.
Una tarde gemela,
el viejo se acostó a morir.
Irvin, resignó volver.
Ayer, con el cabello blanco
y una carga de arrugas
artesanas de rostros,
se quedó dormido
abrazado a las fotos de su viejo país
Aún habría verdes en Dublín?
NORBERTO PANNONE - Argentina
Presidente de ASOLAPO ARGENTINA

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