ACERCA DE LAS DISTINTAS MANERAS DE “VOLAR”
con brisa del sudoeste ideal para el vuelo
No son pocas las expresiones metafóricas que solemos "tomar al vuelo". Sin pretensión de agotar la lista, veamos algunas:
Volar: irse con prontitud, desaparecer rápida e inesperadamente. // Hacer saltar con violencia o elevar en el aire algo, especialmente por medio de una sustancia explosiva. // Estar bajo los efectos de una droga alucinógena.
Volar bajo: perspectiva (visión) poco clara sobre las cosas.
Volar alto: en un sentido positivo puede significar 'tener éxito'; también, darse aires de importancia. Una variante de esta expresión puede ser: irse para arriba.
Dejar volar la imaginación: ensoñación, fantasías, libertad de pensamiento en lo referente a crear.
¡Volá de acá!: expresión de carácter imperativo, en contextos en los que el hablante se encuentra enojado y quiere que su interlocutor se vaya del lugar donde se encuentra.
Al vuelo: entender, comprender rápidamente algo que no se ha dicho en forma clara o que se ha hecho ocultamente: “cazar al vuelo”.
A vuelo de pájaro: estimación dada en forma superficial.
Alzar o levantar vuelo: marcharse de repente; escapar.
Volársele a uno las chapas: perder el cabello; quedar calvo.
Volársele a uno los pájaros: enojarse, montar en cólera.
Volarse la tapa de los sesos: pegarse un balazo en la cabeza.
Estar que vuela: tener alta temperatura; tener mucha fiebre; estar volando de temperatura. // También se asocia con el enojo: está que trina.
Volando: hacer las cosas con gran prontitud y ligereza.
Pasar volando: referente al paso del tiempo.
Estar volando: no atento; estar distraído; estar en las nubes; estar en babia.
Ir o venir volando: apuro en una situación determinada; urgencia que se tiene en irse o en llegar.
Estar volado: estar drogado… Y a propósito:
EL AVIADOR
Sin saber nada de aviones
y pretendiendo volar
se le vino a dar la cosa
cuando se acercó al hangar.
El debut lo hizo de un saque.
Le metió para adelante
y sin pensarlo dos veces
se mandó un vuelo rasante.
Cuando consiguió el brevet
tras pocas horas de vuelo,
era difícil hallarlo
con los dos pies en el suelo.
Y así, volando… volando…
con maquinaria caduca,
perdió brújula una noche
y terminó ‘de la nuca’.
Y al igual que el Principito
hoy vive en otro planeta.
No quedando rastro alguno
ni de él ni de su avioneta.
LUIS ALPOSTA – Buenos Aires, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
Música: Acho Estol
https://www.youtube.com/watch?v=HbYp3HQHak8&t=9s

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