LOS BESOS DE UNA MUJER
Al que le tocó rodar
por esas sendas tortuosas
en el alma guarda cosas
difíciles de olvidar.
Yo que salí a caminar
siendo solo un principiante,
con un mundo por delante
adonde abundan las penas
pero encontré algunas buenas
y es justo que a ellas les cante
Una vez, que llegué a un pago
cansado, triste y afónico
como si buscara un tónico
para curar tanto estrago.
La suerte me dio un halago
que alivió mi padecer.
Cual rocío de amanecer
que a la planta le da vida
supieron curar mi herida
los besos de una mujer.
Desde entonces mi vihuela
tiene una nota armoniosa
por la madre, por la esposa
por la novia, por la abuela.
Y contemplando la estela
de mis recuerdos de ayer
hoy vuelven a florecer
trovas que del alma salen,
para decir cuanto valen
los besos de una mujer.
ROBERTO AYRALA – San Pedro, Buenos Aires, Argentina
Poeta, Periodista y Payador argentino
Al que le tocó rodar
por esas sendas tortuosas
en el alma guarda cosas
difíciles de olvidar.
Yo que salí a caminar
siendo solo un principiante,
con un mundo por delante
adonde abundan las penas
pero encontré algunas buenas
y es justo que a ellas les cante
Una vez, que llegué a un pago
cansado, triste y afónico
como si buscara un tónico
para curar tanto estrago.
La suerte me dio un halago
que alivió mi padecer.
Cual rocío de amanecer
que a la planta le da vida
supieron curar mi herida
los besos de una mujer.
Desde entonces mi vihuela
tiene una nota armoniosa
por la madre, por la esposa
por la novia, por la abuela.
Y contemplando la estela
de mis recuerdos de ayer
hoy vuelven a florecer
trovas que del alma salen,
para decir cuanto valen
los besos de una mujer.
ROBERTO AYRALA – San Pedro, Buenos Aires, Argentina
Poeta, Periodista y Payador argentino
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