OYE, POETA - (A Luis B. Negreti)
Me dejaste partir sin poder verte,
ni siquiera fuiste a visitarme,
y sabías que acaso me iba herido
por las garras de un mal que era incurable.
Me dejaste ausentar como un extraño
y aunque nada he resuelto reprocharte,
la amistad que en mi pecho no sucumbe
te somete al tormento de escucharme.
Cuando rudo el dolor me flagelaba
yo aguardaba en espera interminable,
y tú sabes, hermano, lo que duelen
esas vanas esperas, tú lo sabes!
No quería pensar que no vendrías
y ese anhelo que el ánimo nos abre,
muchas veces llegó hasta mis dolores
como un genio gentil, para engañarme.
Yo aguardé muchos días; tu palabra
pudo bien mis angustias mitigarme,
pero tú te olvidaste del amigo
Y no fuiste siquiera a saludarme.
Hoy que asoman las frases a mis labios
y mi mal ha comenzado a perdonarme,
les ordeno a las aves de mis versos
que en un vuelo se alleguen a tus lares.
Y besando tu espíritu, poeta,
te repitan con trinos muy suaves
que la vez que el dolor doble tu frente
yo o mi espíritu irán a visitarte.
DELIO DESTÉFANI – Junín, Buenos Aires, Argentina
Poema publicado en el Diario “Democracia” el domingo 6 de diciembre de 1931, y reproducido luego por la Revista “Rimas” el 25 de julio de 1943.
Aporte de nuestro querido amigo y Miembro Cultural Don Ricardo Di Blasio – Junín, Buenos Aires, Argentina.
Me dejaste partir sin poder verte,
ni siquiera fuiste a visitarme,
y sabías que acaso me iba herido
por las garras de un mal que era incurable.
Me dejaste ausentar como un extraño
y aunque nada he resuelto reprocharte,
la amistad que en mi pecho no sucumbe
te somete al tormento de escucharme.
Cuando rudo el dolor me flagelaba
yo aguardaba en espera interminable,
y tú sabes, hermano, lo que duelen
esas vanas esperas, tú lo sabes!
No quería pensar que no vendrías
y ese anhelo que el ánimo nos abre,
muchas veces llegó hasta mis dolores
como un genio gentil, para engañarme.
Yo aguardé muchos días; tu palabra
pudo bien mis angustias mitigarme,
pero tú te olvidaste del amigo
Y no fuiste siquiera a saludarme.
Hoy que asoman las frases a mis labios
y mi mal ha comenzado a perdonarme,
les ordeno a las aves de mis versos
que en un vuelo se alleguen a tus lares.
Y besando tu espíritu, poeta,
te repitan con trinos muy suaves
que la vez que el dolor doble tu frente
yo o mi espíritu irán a visitarte.
DELIO DESTÉFANI – Junín, Buenos Aires, Argentina
Poema publicado en el Diario “Democracia” el domingo 6 de diciembre de 1931, y reproducido luego por la Revista “Rimas” el 25 de julio de 1943.
Aporte de nuestro querido amigo y Miembro Cultural Don Ricardo Di Blasio – Junín, Buenos Aires, Argentina.
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