EL TANGO Y LA PAYADA
7 julio, 2024
El suburbio alimentado por los gauchos.
Un fenómeno de transmigración
se confabuló –desde adentro- para dar al caos humano de nuestras ciudades su
definitivo aspecto: en tanto el campo adquirió con el clavaje de alambradas su
gran tono feudal, su habitante trashumante y rebelde o lo que de él quedaba –si
no se reclutó en el régimen degradatorio del peonaje- se vio forzado a bajar a
la ciudad.
El gaucho, estropeado por una
circunstancia que no entendía y despojado de su libertad, de sus bienes, de sus
amores y su pasado, se atrincheró en el irremediable presente, y toda la
violencia de su desarraigo vino a gotear, desde su soledad y su introspección,
sobre los bordes de la ciudad, el suburbio.
Decía Martínez Estrada
que “Hacia el oeste y el sur, quedaba la Pampa sin vencer; no se la
desalojó al edificar, quedó agazapada. Quedó allí el compadre de pañuelo y
cuchillo que un buen día se juzgó ciudadano de la urbe, quiso entrar en derecho
de esa ciudadanía y se afirmó como ente de la frontera. La Pampa era
irremediablemente invadida, pero el hombre de la Pampa quedó irremediablemente
apresado entre la expansión de la ciudad y la resistencia del campo.” (El
Tango. Su historia y evolución. Horacio A. Ferrer)
Tango y payada. Luis A.
Sierra daba esta semblanza: “Cuando Pascual Contursi aparece en el
escenario del tango, su estructura cambia fundamentalmente. Da el paso
trascendental, rectificando su línea primitiva de danza canallesca. ¿Y cuál es
la influencia que decide esa transformación? La payada. Sin duda alguna,
hay en Contursi raigambre de payador. Ya Villoldo, guitarrero y cantor, quiso
darle versos al tango, pero le puso letra de cuplé a “La Morocha” de Saborido.
Y el mismo Contursi fue payador. La payada y el tango están hermanados en su
auténtica expresión de pueblo”.
Tango. Es indudable que
“La Morocha” es lo más parecido a un cuplé que a un tango, pero los versos que
le puso Villoldo acompañaron la música de Saborido; más bien creo que es la
música y no los versos los que representan aquél género musical. De todos modos
debemos admitir que el tango tiene el mérito de reunir en su genealogía más de
un ancestro. La evolución se va produciendo de a poco (como todo fenómeno
evolutivo) y por esa razón es casi imposible dar una fecha exacta para su
nacimiento.
Payada.
El primer payador de la
historia. ¿Es muy antigua la “payada”? Como antecedentes, solemos
mencionar a los trovadores. Sin embargo un tema que solicitó mi atención
“pampeana” ocurre en la página 35 del verso CXLV, en “La Eneida”, de
Publio Virgilio Marón (Editorial Alba, Madrid, 2001) cuando relata sobre el
‘crinado’ Yópas (supuse que se refería a lo que en tierra de gauchos se
denomina ‘crinudo’).
Dice de él: El cual describe con laúd divino / lo que Atlas le enseñó por gran fortuna: / Cómo el sol desfallece en su camino; / porqué altera su faz la móvil luna; / dónde la bestia de los campos vino; / cuál fue del hombre la primera cuna; / qué fuente al mundo suministra el agua; / dó está de los relámpagos la fragua”…
Se me ocurre pensar en el
Martín Fierro, en Santos Vega, pues con esta descripción Yópas parece ser el
ancestro de nuestros PAYADORES que describían el mundo y los
fenómenos de la naturaleza. Estamos hablando del siglo I a.C. dos mil cien años
atrás.
CÉSAR J. TAMBORINI DUCA – León, España
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
Académico Correspondiente
para León
Academia Porteña del Lunfardo
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