LA MAREA
Este día, cuando ha acechado con sigilo el alba,
después de la vigilia,
me formulé una inquietud de las muchas que suelo
tener.
Y hoy, sólo hoy, en un efímero momento,
instante, que no volverá más, así como es hoy,
me pregunté en breve silencio, ante Dios y mí
mismo:
¿Qué me deparará la marea, el mañana?
Porque necesito saberlo,
para luego, contárselo en secreto a mi silencio.
Casi todo ha girado y cambiado.
Yo, hombre con sol, ya no siento la misma
mañana,
no transito las mismas calles ni saludo a la
misma gente,
pero si me acuerdo por donde anduve.
Sé que en la marea hay una respuesta
que está también dentro de mí,
ella espera, aún no quiere salir,
tiene temor de vivir.
Debo tenerte respuesta de modo urgente,
porque te necesito, y luego de ya tenerte,
debo contárselo en secreto a mi silencio.
GUILLERMO
FERNÁNDEZ DEL CARPIO, Arequipa, Perú
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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