Dª TOMASA
.- A ver: ma no, hay que poner me “me gusta” me gusta a mi. Si digo: te, es a ti que te gusta. A ver a ver ¡mucha atención si queréis, hacer bien el ejercicio gramatical¡
.- ¿Quién es esa señora?
.- Es la hija de D.Tomás, aquel republicano que se marchó a la Argentina, antes que Franco lo fusilara. Su hija nació aquí, en Junin, pero vive normalmente en Mar del Plata, ya más en la costa.
.- Pues hay que ver cuanta paciencia tiene para que los niños aprendan bien.
,- Así es, pero ten en cuenta que las clases que da a los mayores, ya son el colmo de la paciencia.
.- ¿Y da clases a la gente mayor? Vaya! un hermoso trabajo.
.- Sí, por supuesto todo un mérito.
.- Te voy a contar más cosas de ella. Su madre era también una emigrante, no sé de qué pueblo, vino y se dedicó a los trabajos domésticos. Era muy pacienzuda pero limpiaba bien, con toda responsabilidad. Se unió a D. Tomás y tuvieron esa chica, sí la profesora. Yo creo que aprendió bien su oficio por que su padre se preocupo de que así fuera, sobre todo cuando su mujer murió al poco de nacer su hija.
.-Quieres decir que D, Tomás tuvo que hacer de “mama y de papa” al mismo tiempo.
.- Y lo hizo muy bien. Le enseñó a su hija ese tan difícil oficio que es dar una educación a los niños, a los que estudiarán una carrera, como médicos, ingenieros y cual otra y, una formación profesional con una tecnología cada día más avanzada. Todo un reto.
.- Pues le puso su nombre que para un hombre no está mal pero para una mujer resulta un poco tosco.
.-Quizás pero por supuesto que ella dignificara ese nombre y todos acabaremos viéndolo, incluso, hermoso.
.-Disculpen acabo de oír lo que dicen, se llama María y la llaman Tomasa por su padre.
Los dos interlocutores quedaron silenciosos y se dieron cuenta de su error.
.- No se preocupen, es mejor que la recuerden siempre como Dª Tomasa, pues así la recordaremos todos.
Ninguna academia, ni entidad política reconoció los méritos de DªTomasa pero a pesar del tiempo que transcurrió, todas las personas, jóvenes o viejas llevaron en sí el recuerdo de aquella noble persona.
Casi sin darnos cuenta almacenamos en nuestro corazón como hermosos recuerdos las vivencias, que a veces no son notorias ni extraordinarias, pero son hermosas porque y anidan en nuestros corazones para siempre.
SALOMÉ MOLTÓ - Alcoy, Alicante, España
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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