TÚNICA NEGRA…
Sombras, bastón con estoque y pipa encendida
sostenida con la mano rigurosa, imperturbable,
esperando como corresponde a correcto caballero
que encuentra conveniente elegir el buen momento.
Whisky escocés en aquel vaso tallado, legado
por la familia que tuvo a ese padre, atrevido, capaz
de surcar el Atlántico en busca de horizontes nuevos
llevando, apenas, lo que en un liviano morral cabe.
Allí está él enfrentando con la vista elevada
a la figura desafiante de cierta túnica negra,
rostro esquelético y guadaña escondida
engañando incautos que no han de esperarla.
Se trata de un caballero, lo hemos dicho y reiteramos,
no teme lo que, por usual, asusta a los mortales
puesto que ha conocido el verdadero Amor
con el que atraviesa horizontes y eternidades…
Frente a la tenebrosa opaca figura de la guadaña
ni se conmueve, ni se molesta, ni se extraña…
Es un hombre convencido de la Eternidad del Alma.
Por eso enfrenta, mira, atento, y emprende la batalla
aunque, claro está, como es una persona inteligente
tiene plena consciencia que toda lucha con la Muerte
antes de emprenderla, siempre, está ya determinada.
El Castillo, medianoche del sábado al domingo 24 de junio de 20
ANTONIO LAS HERAS, Buenos Aires, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
Sombras, bastón con estoque y pipa encendida
sostenida con la mano rigurosa, imperturbable,
esperando como corresponde a correcto caballero
que encuentra conveniente elegir el buen momento.
Whisky escocés en aquel vaso tallado, legado
por la familia que tuvo a ese padre, atrevido, capaz
de surcar el Atlántico en busca de horizontes nuevos
llevando, apenas, lo que en un liviano morral cabe.
Allí está él enfrentando con la vista elevada
a la figura desafiante de cierta túnica negra,
rostro esquelético y guadaña escondida
engañando incautos que no han de esperarla.
Se trata de un caballero, lo hemos dicho y reiteramos,
no teme lo que, por usual, asusta a los mortales
puesto que ha conocido el verdadero Amor
con el que atraviesa horizontes y eternidades…
Frente a la tenebrosa opaca figura de la guadaña
ni se conmueve, ni se molesta, ni se extraña…
Es un hombre convencido de la Eternidad del Alma.
Por eso enfrenta, mira, atento, y emprende la batalla
aunque, claro está, como es una persona inteligente
tiene plena consciencia que toda lucha con la Muerte
antes de emprenderla, siempre, está ya determinada.
El Castillo, medianoche del sábado al domingo 24 de junio de 20
ANTONIO LAS HERAS, Buenos Aires, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
Gracias, un poema interesante y pleno de claves. Abrazo, Carlos Penelas
ResponderEliminarGracias, un poema interesante y pleno de claves. Abrazo, Carlos
ResponderEliminarUn personaje digno de Hemingway. Como Roberto Jordán o el viejo Santiago.
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