CARTA A UN PERRO VAGABUNDO
Amigo
chucho. ¿Recuerdas aquella canción de Alberto Cortés cantando a un pobre perro vagabundo,
con el sol a cuesta, cuyo final concluye irónica y lastimosamente diciendo, que
a fin de cuentas no era más que un perro? ¡Triste sino! Y, sin embargo, se ha
producido una revolución canina, pues hoy también los animales tienen sus
derechos, incluidas las ratas. Spain is diferent. Me alegro por ti. Los
humanos, que presumimos de buenos sentimientos debemos protegerte, porque tú
eres un ser sintiente, como dice la ley. Por
eso, existe una ley de Protección Animal que sanciona hacerte daño. Eso está
bien. Fíjate, que quien te mate o te causa un daño permanente de gravedad podrá
dar con sus huesos en la cárcel, y podría salir más caro pegar un
puntapié a un perrito que mordisque el pantalón a un transeúnte que abofetear a
una persona. Sí, ya sé que no se debe hacer ninguna de las dos cosas, aunque,
entiendo que haya de invertirse el orden.
Estoy
de acuerdo en proteger a los animalitos, pero, resulta que aquellos que afirman
el derecho animal son los mismos que niegan el derecho a los humanos. ¿Entiendes tú eso?
¿Acaso no es sintiente el niño cuando es
arrancado violentamente del seno materno? ¿Por qué se sanciona al que trate de
informar a la mujer que va a abortar, para que pueda ser consciente y tome
conciencia de lo que va a hacer? ¿Acaso la ignorancia evita el mal?
¿Por qué a ti, que se te protege, sin
embargo, se mata al que es humano? Fíjate, perrito, que se ha llegado a un
auténtico holocausto prenatal. A este paso, a los jóvenes de hoy, convertidos
mañana en viejos, ¿quiénes los sostendrán?
Todo esto viene propiciado por la Ley.
Habrá que preguntar al que legisla qué entiende por Derecho. Porque, hasta
dónde sé, está para proteger a todos, empezando por el más débil. Pero, si se le priva al que va a nacer del
derecho a la vida, ¿de qué le servirán todos y cada uno de los demás derechos?
Ni igualdad, ni educación, ni libertad…nada.
Y, pensándolo un poco más, una pregunta
a la que no se le encuentra fácilmente respuesta. ¿Cómo explicar que desde el
Derecho se condena a un inocente indefenso y se absuelva al adulto y
responsable de sus propios actos? ¿O no hemos de ser responsable de lo que
hacemos?
Se me ocurre que el mal llamado derecho
al aborto tiene su causa en que los niños en el vientre de la madre no pueden
votar, y los adultos, sí. Y, hoy día, para poder subsistir, algunos partidos
tienen que buscar el voto en aguas procelosas de otros caladeros.
El aborto mata. La Ciencia está
suficientemente avanzada para explicar al que no lo sepa, cómo y cuándo
comienza la vida. Antes de que la mujer se dé cuenta que está embarazada, a los
18 días late el corazoncito del feto. Esto es un dato científico. De su hijo. Unos
se ponen una venda en los ojos y otros imponen el silencio. Pero no puede
ocultarse una verdad como esta. Y es que lo que hace libre al hombre es la
verdad.
En lo que, a la protección animal, me
alegro por ti, perrito. Pero, una parte de la sociedad está enferma. Proteger a
los animales, sí. ¡Claro que sí! Sacrificar a los niños en aras de un derecho
irresponsable, no. ¡Claro que no! Si tu pudieras hablar en vez de ladrar,
seguro que serías más sensible que muchos de ellos.
ÁNGEL MEDINA, Málaga, España
MIEMBRO HONORÍFICO
DE ASOLAPO ARGENTINA
Blog <autor: https://www.facebook.com/novelapoesiayensayo
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