Detrás está el monumento
Escuché a uno que afirmar: ¡llegaré al éxito!
Oí hablar de alguien que cayó desde un piso
alto.
Hubo uno que no vaciló en
comentar: estuve allí…
Recordé aquella imagen
tiesa sobre el asfalto.
Insistió diciendo varias
veces: ¡dediqué mi vida a ustedes!
Ciertos nubarrones de la
mañana escondieron el Sol.
Encontré una expresión de
dolor quebrada en el aire.
La memoria trajo tristezas
de días desaprovechados.
Advertí llantos, quejas y
sonrisas nerviosas en el set.
Hubo viajes de regreso,
con menos de los que fue llevado.
Alguien, una vez más,
dijo: ¡no vivo, voy tras el éxito!
Pasó un hombre simple,
gordito, bajo, calvo, entrecano.
Dijo palabras sabias: ya
estuve allí y no encontré nada…
Me permití ver el día: era
una hermosa tarde asoleada.
Ciudad de Buenos Aires, 26 de mayo de 1.995
©Antonio Las
Heras, poeta y escritor argentino
MIEMBRO HONORÍFICO Y
ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
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