PROUST Y MODIANO,
UNA FORMA DE TRASPASAR LA TEMPORALIDAD
Para muchos, escribir es una forma de traspasar la temporalidad, de manejar el destino, de evocar el persistente recuerdo… La literatura es una de las cosas que puede hacernos volver al pasado y vivir plenamente el presente de una manera tangible. Tal es el caso, como de tantos otros, del francés Marcel Proust, considerado uno de los más grandes autores del siglo XX y autor de “En busca del tiempo perdido”, que comprende siete novelas publicadas entre 1913 y 1927, en las que reflexiona sobre el tiempo, la memoria, las pasiones, el arte y las relaciones humanas. Su prosa sabe atrapar el instante y traspasar el umbral prohibido. Él mismo comparó la novela con “la compleja estructura de una catedral gótica”, y expresó que “la literatura comienza donde termina la opacidad de la existencia”.
El lector asume muy bien de qué se trata, pues se adentra en el subconsciente del escritor y las vivencias relatadas adquieren una viveza plena.
Para la Academia Sueca, el Premio Nobel de Literatura de 2014, Patrick Modiano, considerado como otro de los grandes novelistas de la actualidad, “es el Proust de nuestro tiempo”, en cuya obra se aprecia la influencia de los también franceses Gustave Flaubert y Honoré Balzac.
Libros de Patrick Modiano de títulos sugerentes son: “Más allá del olvido” o “En el café de la juventud perdida”. El lector apreciará en estas obras una prosa exquisita, genial, y en los que sabe recoger el sentimiento de la melancolía o de la nostalgia como pocos. Precisamente, el actual Premio Nobel, Kazuo Ishiguro, escritor británico de origen japonés, destaca en sus novelas “Lo que queda del día” o “Nunca me abandones”, una gran fuerza emocional, luminosa, que nos impacta y nos graba valiosas huellas en lo más profundo de nuestra esencia. “En mi carrera, refiere el autor de “El gigante enterrado”, he mirado a individuos que sufren enfrentándose a los recuerdos de su pasado. Como autor, una de las cosas que me fascinan es determinar cuándo es mejor recordar y cuándo es mejor olvidar”. Mucha gente ha perdido la confianza y sufre para encontrar su camino. Confío en que la literatura sirva para ello”. En ello radica la magia de los libros, en hacernos sentir partícipes de otras vidas, de otros lugares, y forjar nuestro propio destino, de ahí la frase de Proust: “El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma”. Otra frase, que viene a colación, es la de la Florence Nightingale: “Lo que importa no es el destino sino lo que nosotros hacemos de él”.
El estilo literario, que emplea en su obra inmortal, Marcel Proust está inspirado en el “impresionismo”, además, tiene una destacada idiosincrasia “simbolista”. El escritor francés domina la narración, empleando párrafos lentos, amplios y complejos, y aborda sus vivencias y experiencias, así como las cuestiones de la vida de forma indirecta.
En cuanto a Patrick Modiano, Premio Nobel de Literatura 2014, les diré que una constante en la obra del escritor francés es la ambientación de sus narraciones en la época de la ocupación alemana de Francia, durante la II Guerra Mundial. Modiano considera este periodo de la década de los años 40 como “confuso y vergonzoso”.
El estilo narrativo de Patrick es directo, transparente y sin complejidades. El autor escribe de forma subjetiva y objetiva, empleando mucho más esta segunda, y el lector que se adentra en sus novelas vive los temas tratados en las mismas con sumo interés, entusiasmo y calidez.
©LOLA BENÍTEZ MOLINA, poeta y escritora española
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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