ESCUCHAR A LOS
“Mayores”, O CASI
.-A ver, ¿qué es eso de ser viejo, vieja?
.-Pues tu, vieja pero sabia, bueno mayor
.-Sí, y para consolarme añades un calificativo positivo
.-Que podría ser negativo.
.-¡Ya y así me consuelas. Pues a los viejos tenéis muchas cosas
que agradecer y no porque ahora cobremos una pensión de unas aportaciones que
hemos hecho cuando trabajábamos, sino, que ahora cuidamos a vuestros hijos para
que podáis ir al trabajo.
.-¡Mama, por favor que todavía no me he casado y no tengo hijos!
.- Pero los tendrás y ¿qué harás entonces? ¡endosarmelos!
.- Así será posiblemente, cuando tu trabajabas era la abuela la
que cuidó de todos nosotros, de mis primos también, todos éramos sus nietos.
Hasta ese momento, escuché bastante indiferente, en ese momento
sentí no sé qué que me subía por el estómago y me apretaba la garganta. Me salí
al balcón y dejé a mi hermana y a mi madre con su estúpida conversación.
Me iba preguntando cómo era posible que esas banalidades motivaran
una discusión cuando llegan de África personas con pateras y que algunas mueren
ahogadas, cuando ahora en la frontera de Polonia hay miles de personas que
huyen de guerras y de enfrentamientos políticos y de poder.
Quizás sea que aquello que fuimos, que se supone que al ir
envejeciendo con la experiencia alcanzamos muchos objetivos, pero a veces todo
lo contrario o tal vez no tantos. Así que seguimos frustrados o ilusos de algo
que creíamos tener y no es así.
Otro aspecto decepcionante, que hoy impera en casi todas las
relaciones sociales y laborales, es la rivalidad entre personas de una misma
docencia y talvez por un ego exacerbado, bueno, quizás a todos nos pasa más o
menos lo mismo, cuando en realidad si fuéramos capaces de coordinar nuestros
esfuerzos el bien común que alcanzaríamos sería sin duda más ventajoso para
todos. Por lo menos así lo pienso.
©SALOMÉ
MOLTÓ, poeta y escritora española
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario