LAS MUJERES Y LA PANDEMIA
Durante una crisis, las mujeres y niñas pueden
encontrarse en mayor riesgo de sufrir violencia de pareja y otros tipos de
violencia doméstica debido a un aumento de la tensión en el hogar.
La Organización de Naciones Unidas (ONU
Mujeres) informaba antes de la pandemia, que en el último año 243 millones
de mujeres y niñas del mundo habían sufrido violencia sexual o física de su
pareja. Ahora, considera que con la pandemia de covid-19 lo más probable es que
estas cifras crezcan repercutiendo en la salud sexual, reproductiva y mental de
la mujer y en su participación social.
La Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de
la OEA nos señala que el enfoque de género tiene gran importancia en esta
crisis mundial, en la medida que ciertos sectores del contexto internacional ya
se han cuestionado y puesto en duda ciertos derechos de las mujeres acordados
hace más de 25 años en diferentes convenciones y convenios.
La Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico publica que la mujer durante la pandemia de covid-19
además de haber perdido salud, bienestar social y economía en todo el
mundo, se ha tenido que enfrentar a mayor responsabilidad en el hogar,
mayor riesgo de pérdida de empleo y de ingresos económicos, mayor riesgo de
violencia y abuso o explotación. El confinamiento establecido por la pandemia
de covid-19 en los diferentes países del mundo busca asegurar la salud
pública. En pleno siglo XXI, cuando algunos consideraban superada la
distribución de roles entre hombres y mujeres, esta crisis vino a mostrarnos
que fueron las mujeres en todos los países las que han tenido que hacer frente
a estos nuevos retos de nueva organización y funcionamiento en los hogares, en
donde el cuidado y atención a personas se incrementa, sin embargo no hay
valoración social y mucho menos económica.
Con este confinamiento las mujeres que sufren
violencia se vieron obligadas a convivir más estrechamente con sus agresores.
Según van pasando los días encerrados en casa, con la estrecha y continuada
convivencia van apareciendo problemas familiares, domésticos, que llevan al conflicto
y agresión. La imposibilidad de salir lleva a la víctima a la situación de
mayor indefensión, aislamiento y de tener que convivir con el agresor día tras
día. Regner eurodiputada y presidenta de la Comisión de Derechos de la Mujer
del Parlamento Europeo, informa que una de cada tres mujeres que se han quedado
en casa, han tenido experiencias de violencia en su propio círculo familiar.
Al mostrar la situación de confinamiento un
incremento de la violencia de género se hace necesario incrementar
servicios y personal especializado para la atención a estas víctimas y
esto es lo que han hecho muchos países en el mundo. Los datos muestran que el
uso de teléfonos de asistencia se ha incrementado un 30% en Singapur y Chipre,
en Australia un 40%, en Argentina un 35%, en Gran Bretaña un 97%. En Francia,
Alemania, Italia, Noruega y España las mujeres podían ir a farmacias y
supermercados a solicitar ayuda por medio de una consigna que abría todo el
protocolo de ayuda.
Respecto a la actividad laboral de las
mujeres que continuaron trabajando durante el confinamiento, señalar que
en Europa el 80% de los empleados en el área de salud son mujeres y mayoría en
el comercio y la limpieza, presentando por tanto alto riesgo de contagiarse de
covid-19.
La ONU señala que en la crisis de después del
confinamiento las mujeres tendrán que enfrentar las principales perdidas
económicas y un mayor riesgo de llegar a la pobreza.
Los líderes mundiales deben encontrar la forma
de incluir a mujeres en la toma de decisiones de respuesta y recuperación.
Incluir voces de mujeres en la toma de decisiones, tanto a nivel local como
municipal o nacional, dará mejores resultados.
Alicante 19 Octubre 2020
©EUNATE GOIKOETXEA, poeta y
escritora española
MIEMBRO
HONORIFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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