LA INFIDELIDAD
Es bastante notorio el relacionar el adulterio con la infidelidad, es más, para casi todo el mundo suele ser lo mismo y no obstante las connotaciones de una cosa con otra son bastante distantes. Mientras que el adulterio conforma conceptos netamente relacionados con las relaciones de pareja, la infidelidad abarca mucho más, ya que son muchas las situaciones en las que se pondrán en juego nuestro talante de, por supuesto de honestidad que es el elemento moral básico que va a marcar nuestra conducta.
Se
nos confía un puesto de responsabilidad y se espera de nosotros que cumplamos
con nuestro cometido de ser fieles a los fundamentos del proyecto, empresa
laboral, cultural, política etc.
Sin
duda cualquier empresa de la índole que sea no puede solamente basarse en que
las personas que lo componen sean buenos profesionales de la función a ejercer.
Que sean buenos ingenieros, gestores, administradores etc. es importante, pero
importa más que sean fieles a la entidad, pero desgraciadamente hemos entrado
en un estado especulativo y todos los elementos bien preparados se han puesto a
especular en el rendimiento que van a darle ciertas gestiones y los puesto de
van a alcanzar según que posición vayan a ocupar y cual van a defender.
Cuando
estábamos en plenas elecciones municipales y autonómicas, los partidos
políticos se deshacían en especulaciones de qué porcentaje iban a obtener de
los votantes y cómo se repartirían la tarta del poder y consecuentemente el
poder del que iban a disfrutar, pues llegan a los presupuestos y cómo van a
administrar ese dinero que es la riqueza que generamos todos los que trabajan y
que en los últimos tiempos hemos visto que la tijera de la administración no se
ha privado de recortar a todo el mundo laboral, dejando incluso en la más pura
miseria a miles de familias, mientras que los corruptos, ladrones y
prevaricadores y demás, no han hecho más que ser fieles a su mandato personal
«cuanto me llevo?». La fidelidad a unos principios que los hacía respetables y
ganar la confianza del electorado, sencillamente brilla por su ausencia.
Probablemente
volverán a salir elegidos, lo que nos pone de manifiesto que tenemos lo que
nos merecemos, viendo que la infidelidad a unos valores y a una conducta seria,
se han impuesto en nuestra conducta habitual. ¡Una desgracia como otra!
©SALOMÉ
MOLTÓ, poeta y escritora española
MIEMBRO
HONORÍFCO DE ASOLAPO ARGENTINA
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