INVOCACIÓN
Hay un tren que atrae el
horizonte
como una viajera de
cabellos nocturnos.
Un tren que fluye en
viejas cartas
invocando collares y
sollozos.
Vuelve sobre nuestro
corazón
igual que madre y padre
al atravesar el esplendor
del bosque.
Son moradas de pájaros que
abanican
los cuartos irreales del
sueño,
meandros de playas y
silencios.
Inhabitable como la
memoria
es el presentimiento de la
amada.
Bajo estas nubes
es transparente la avidez
del poema.
©CARLOS PENELAS, poeta y escritor argentino
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Excelente poema
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