Imagen de: Jesuitas
SOBRE LA ESPERANZA
Sabe
brotar como del mar la espuma,
vive en
la mismidad,
sabe soñar
y hacernos soñar,
se adentra
en el ánima con libertad.
La
esperanza es tuya, mía, nuestra.
viene de
Dios, viene de su bondad,
quizás de
prisa, porque corre a la eternidad.
Ser
apóstoles de esperanza,
ser de
ellos, es faena que hay que tratar.
Ni la
niebla, ni la asedia y el desánimo,
han
logrado tal palabra apagar.
Es un
grito del corazón, que afuera es calma,
yace en la
potencia de una voz o en la belleza de un verso,
en la
mirada del niño que quiere jugar,
en la
ternura de unas viejas manos, cuya vida supo esperar.
Tiene la
esperanza el anhelo que guarda todo hombre para vivir,
es virtud
que ilumina todas las virtudes.
La extraño
cuando mi corazón ha olvidado soñar,
la busco
en cada alba, me quedo con ella cada tarde,
la
necesito tener en medio del día mundanal,
quiero
compartirla para hacer de ella eterna verdad.
Hermano,
ella necesita de tus manos para dibujar en cada alma
algo de
paz, alegría, quietud, silencio y bondad.
Me he
sentado con ella esta tarde a conversar y los versos escritos
son
aquellos que la esperanza sabe declamar.
©GUILLERMO FERNÁNDEZ DEL CARPIO, poeta y escritor peruano
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Uno de mis mejores poemas.
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