Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba…
Sor Juana Inés de la Cruz
Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
como en tu rostro y tus acciones veía que con palabras no te persuadía, que el corazón me vieses deseaba.
Y Amor, que mis intentos ayudaba,
venció lo que imposible parecía, pues entre el llanto que el dolor vertía, el corazón deshecho destilaba.
Baste ya de rigores, mi bien, baste,
no te atormenten más celos tiranos, ni el vil recelo tu quietud contraste
con sombras necias, con indicios vanos:
pues ya en líquido humor viste y tocaste mi corazón deshecho entre tus manos. |
No es frecuente
que, en estos tiempos, las carreras universitarias consigan despertar el
interés de los alumnos más que apagarlo, pero, mientras cursaba mi grado en
Lengua y Literatura Españolas–nombre desafortunado para referirse a la antigua
Filología Hispánica–, me conmovió profundamente la historia de Sor Juana Inés de la Cruz, la figura literaria más
importante del Barroco mexicano y, posiblemente, del Barroco de toda Hispanoamérica. E igual que me conmovió
entonces el que la misma mujer que escribió el célebre poema «Hombres necios
que acusáis / a la mujer sin razón…» acabara convencida de que, como mujer, no
debía escribir, ahora me sorprende con la misma intensidad el silencio
del feminismo hacia los silencios de sor Juana.
©CARLOS PENELAS, poeta y escritor
argentino
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
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