Imagen de: alquimia
ENCUENTRO
Me recosté en la arena, suave colchón
de imaginarias plumas y los sueños comenzaron a descender de las
blanqui-celestes nubes, mientras de la inmensidad del cielo la mano del ángel
pintor deslizaba sutiles pinceladas grises como intentando opacar la pureza del
claro atardecer.
Mis
pies cual furtivos amantes, se dejaban acariciar por el vaivén de las olas que
se rezagaban intentando mantener ese idilio con mi cuerpo.
Mis
ojos entrecerrados divisaron la figura que comenzaba a perfilarse como emergiendo
del mar bravío. ¡Si, era ella! Mi amiga de tantos años. ¡Cuánta emoción! Mis
brazos se extendieron temblorosos hasta lograr abrazarla, mi corazón no podía
contener tanta alegría, había soñado tanto con ese encuentro y ella llegaba
así, sin anunciarse. Se tendió a mi lado con tanta naturalidad como si siempre
hubiésemos estado juntas. Su palidez reflejaba el cansancio del largo viaje. -Quería
conocerte- me dijo- Sé que tú amas las cosas que yo amo, sé de tu soledad y
quise acompañarte-. El mar rugía cual león enfurecido. -Así es el mar- susurró-
Te reta, te acaricia hasta conquistarte, te abandona y luego regresa celoso a
recuperarte hasta convertirse en tu dueño absoluto para absorberte con su
amor-.
El
sol comenzó a cubrir la arena con un manto anaranjado y los últimos reflejos
teñían el lomo de las olas con distintos matices. -Debo marcharme, mi amor me
espera y no quiero entristecerlo con mi ausencia-. Acarició mi frente y me
dijo: -No abandones tus sueños-. Se incorporó lentamente y comenzó a caminar
por la arena, parecía flotar en el aire mientras el viento hacía revolotear la
blanca gasa de su vestido, antes de internarse en el agua, giró y agitando la
mano me gritó: -¡Te mandaré un poema nuevo!- Un remolino de espuma la envolvió,
pareció elevarla en el aire y en ese abrazo sublime la sumergió en las agitadas
aguas.
Quedé largo rato contemplando el mar esperaba verla emerger nuevamente
entre las olas que ahora se mecían, acunadas suavemente por la brisa del
atardecer.
No
fue un sueño, sé que ella estuvo ahí, yo, sigo esperando su poema nuevo.
©ALICIA
MERCEDES CORONEL, poeta y escritora argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
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