Imagen de: Sildavia Viajes
BENARES
Hundí mi cuerpo
en las aguas del Ganges
aquella ineludible mañana
de setiembre
mientras el Sol
esgrimía sus rayos
entre las nubes
dueñas del horizonte.
Mantuve mi atención
en Manikarnika
que desde hace veintitrés
siglos no apaga sus fuegos
consumiendo cadáveres
que alimentan
misterios ocultos,
velados,
por el tiempo y la
distancia.
Una lechosa bruma bautizó
mis ancestrales anhelos
haciendo que el alma,
transmutara, quitando
toda limitación física,
sin darme siquiera
cuenta de ello.
Los sabios peregrinos
comprendieron lo sucedido
antes que mi espíritu,
renacido, nuevo,
transmutado,
se me adueñara por entero.
Oí a algunos, que estaban
cerca,
en esas mismas sagradas
aguas,
decir que era esa la ciudad
de Varansi.
Por cierto que no. Yo
sabía. Era Benarés.
©ANTONIO LAS HERAS, poeta y escritor argentino
MIEMBRO ASESOR DE ASOLAPO
ARGENTINA
Muy bello y significativo poema, Antonio. Un gusto esta lectura.
ResponderEliminarMuy bello y significativo poema, Antonio. Un gusto esta lectura.
ResponderEliminarPrecioso poema sobre una realidad mística. Fue un gusto la lectura.
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