SER MADRE EN LA ACTUALIDAD, Eunate Goikoetxea, Alicante, España

SER MADRE EN LA ACTUALIDAD
Por: Eunate Goikoetxea

 Durante el mes de mayo, se ha celebrado el día de la madre en diferentes países, personalmente considero que este reconocimiento debiera ir mucho mas allá del aspecto comercial; la labor de una madre jamás podrá ser recompensada, sobre todo porque el compromiso que una madre tiene, no solo es el de dar a luz, sino formar hijos que sean de bien a la sociedad, es invaluable.

En la actualidad, el rol de madre conlleva un fuerte compromiso y requiere de mayor destreza en el desarrollo de las actividades, no es que las madres actuales sean mejores que nuestras madres o nuestras abuelas, pero debemos ser conscientes de que los tiempos han cambiado y esto promueve que la labor de una madre, junto a otro sinfín de actividades, sea más eficaz.

Lamentablemente este cambio se ha dado de forma tan abrupta, que muchas mujeres aún no han podido siquiera asimilarlo para sus propias vidas, cuando ya les toca empezar a guiar los pasos de alguien más; y es que, para ser honesta, es lamentable ver la cantidad de niños y adolescentes que son educados por medio de la tecnología o alguien a quien no le corresponde.

Muchas mujeres que trabajan son conscientes que no siempre podrán estar con sus hijos como quisieran. En realidad, el amor y la presencia de los padres no se llenan con nada. A veces el problema no es solo de ausencia física, sino también emocional, y esto hace que los niños busquen actividades que generen placer ante la ausencia. Hoy, este placer se encuentra muy a la mano de la tecnología, como redes sociales o vídeo juegos, pues representan una descarga de adrenalina que brinda bienestar que muchas veces lleva a la adicción.

Este mundo virtual calma los vacíos de afecto y distrae la mente, pero es perjudicial en la medida que el niño se aísla a un mundo lejano de los seres humanos reales y debilita su capacidad de socializar. Es así como se puede crear un refugio ante las dificultades. Más tarde, las adicciones serán otras. Pero así se inician, junto con el vacío de la familia.

Reconozco que este cambio también repercute en que las madres tengan que salir del hogar, algunas veces porque deben asumir el rol de cabeza en el hogar por la ausencia del padre, pero también, porque la misma exigencia del mundo actual requiere que ambos padres provean para las necesidades de sus hijos.

Sea la una o la otra, no se puede perder lo más importante que asumimos cuando decidimos traer hijos al mundo y es su crianza, esta no es más que responsabilidad de los mismos padres, por muy amorosos que sean los abuelos, tíos, vecinos o empleados, ninguna persona podrá suplir jamás el rol de un padre, o en este caso de una madre.

Esto coloca a las madres en una situación de más demanda, estrés y menos tiempo para sí mismas, lo cual en cierta manera afecta su estabilidad emocional, su capacidad de estar y cuidar a sus hijos. Las madres de ahora que trabajan, regresan luego de una extensa jornada laboral y sienten la demanda de amor de sus hijos y esposo experimentan un choque, se encuentran atrapadas en el profundo deseo de estar con ellos, pero el agotamiento y el poco tiempo dedicado a lo más importante de sus vidas puede afectar cualquier relación.

Allí es también donde el padre debe acudir para ayudar en las tareas del hogar y educar a los hijos, de una manera que promueva una vida plena en familia y también equilibrada.

Tristemente vemos además cómo surgen estudios y teorías que afirman que los niños no deben ser corregidos, aunque sé que es un tema de controversia, porque como en todo, el mismo ser humano no ha podido guardar el equilibrio, no comparto que se justifique el hecho de que un niño no deba ser amonestado, aún más si recordamos que generaciones pasadas fuimos formadas con disciplina.

Hoy más que nunca, el mundo necesita hombres y mujeres con principios claros, valores bien cimentados y determinados a luchar por una mejor sociedad; con base en esfuerzo y perseverancia; y esto, por muy prestigioso que sea un centro educativo, sólo se aprende en el seno del hogar.

©EUNATE GOIKOETXEA, poeta y escritora española

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA