LA NOVELA INICIÁTICA.
SOBRE HÉROES Y TUMBAS.
Sobre héroes y tumbas, de
Ernesto Sábato, es el recorrido iniciático por el que un adolescente se
convierte en hombre incorporándose a la Historia, a través del dolor, del que
brota la Sabiduría. Se trata de Martín. Que sobrevivirá a Alejandra. Ella es su
descenso a los infiernos, sin el cual no existe nacimiento. Precisamente por
esto se trata de un ser rodeado de misterios. No es entonces extraño que el
primer diálogo entre ambos utilice la vía telepática.
Alejandra. Presencia
angustiante. Anhelada – sin embargo, o justamente por eso –, vaga y difusa.
Intuida. Supuesta. Vigorosa en la ausencia.
Martín es el Héroe. Deberá
salir victorioso frente a las pruebas con que pretende templarlo el Destino. Un
Destino concebido de tal manera superior, que no indica el requerimiento de un
sendero futuro cierto, sino un conjunto de posibilidades sobre las cuales el
Iniciado habrá de elegir.
Su nacimiento fue milagroso. Por tratarse de lo no querido. Tiene la
Maldición. No expresada. Como Edipo, es prisionero de lo que ignora. Para
convertirse en Héroe, al igual que Hércules, tendrá que concluir
satisfactoriamente sus trabajos. Martín es, en fin, la posibilidad del imperio
espiritual frente a la materia. El valor sobre la consciencia.
La acción comienza en el
Parque Lezama. Misterioso como pocos en Buenos Aires. Enigmático. Próximo a la
Boca, donde siguen las acciones. Tristeza y melancolía, guía del porteño. Sitio
que se recuerda sin haberlo pisado.
Calles húmedas, imaginadas
solitarias. Con sus noches – el Hades – de cafés con masas y sillas de maderas
que, un día, tuvieron lustre. Y Alejandra apareciendo furtiva, de palabras
entrecortadas, sugerentes; sin señalar, sin aclarar, sin mostrar. Parodiando
(¿parodiando?) a un maestro Zen. Exhibiendo el camino para que el elegido lo
encuentre por sus propios medios.
Martín, arrastrado por
arrebatadoras fuerzas arquetípicas. Torbellino energético desatado desde el
inconsciente colectivo. Llegará al nudo de las misteriosas sombras. Encontrará
un Universo alucinado y alucinante, que la razón niega. Capaz de provocar la
enfermedad mental en quien no fue preparado, o en lo que acorta caminos y
desoye la prudencia de los momentos.
Difícil es el Sendero
Iniciático. Requiere de la perseverancia para la espera y hallazgo del tiempo
adecuado. Obliga a sobrellevar situaciones más allá del límite psicofísico.
Martín pensará suicidarse, varias veces. Su sendero de Héroe no lo permitirá.
Tras la primera visión de
Alejandra – más parapsicológica que sensorial, pero visión al fin – Martín
posee un saber nuevo. Es el que le dice: “nunca
volverás a ser el de antes.” La voz llega de su interior. Nunca antes de
entonces la había oído. Seguramente, como tantos, como la mayoría, jamás supo
de su existencia. Hasta ese instante. En que alguna especial concordancia
cósmica tuvo lugar y el proceso iniciático dio comienzo. Algo que no el hombre
puede detener.
Martín creerá en lo que no
ve. Aceptará las fantasías. Acostumbrará el paso vacilante y temeroso, como de
ciego. Su condición de futuro iniciado lo obliga a ello. ¿Para dónde se dirige?
A ningún otro sitio que no sea el del integrarse, ser en la Totalidad; obtener
la individuación, aquella enunciada por Carl G. Jung.
Lucha Martín con la Sombra y
con su Ánima, ambas simbolizadas por Alejandra. Una mujer joven o infinitamente
adulta. Firme, fuerte, vigorosa, segura hasta en lo improbable; cierta en lo
que por naturaleza es propio del parecer y de la duda. Contradictoria y
cubierta de autoridad mística. El Maestro ante el Discípulo.
¿De qué extraño lugar procede esta personalidad grávida de Saber?
Tal conocimiento convertirá a Martín en iniciado. Develar el origen es
el indicador de que la transferencia está operada. Entonces, Alejandra pasa a
ser-inútil. Su misión, acabada. Cumplirá con el Arquetipo. Muerte para obtener
Resurrección. Ave Fénix.
Alejandra se suicidará entre
llamaradas. Sábato convierte el acontecimiento en una auténtica transmutación
alquímica. Espera Alejandra, con ello, redención. Ser purificada. Reconvertirse
en pura como lo ha de ser todo renacimiento. Tener acceso al Nuevo Camino. De
la Intuición abierta. Para servir de llave a otro ser con posibilidades
iniciáticas. En el futuro. En otro momento. ¿También en otro lugar?
Martín toma rumbo hacia una geografía desconocida, para empezar su
propio y verdadero existir.
En Sobre Héroes y Tumbas hay
un Aspirante que encuentra al Maestro. El libro se limita a transcribir los
hechos ocurridos hasta la consumación del proceso.
©ANTONIO LAS HERAS, poeta y escritor
argentino
MIEMBRO ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
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