MENTIR O NO MENTIR
Yo nunca miento, le decía
el joven muchacho a su abuelo mientras éste iba seleccionando las hojas de los
espárragos que iba a plantar.
.-A mi tampoco me gusta mentir, pero a veces la vida te lleva ante
circunstancias y acabas mintiendo por salvar una difícil situación o como a mi
la vida de una persona o un animal. ¿Sábes? Rosa, la vecina, tenía una gatita
que se subió por la rama del olmo y no sabía bajar y qué pasó? Pues que tuve
que subir a coger la gatita y dársela.
.- Bueno, pero salvaste a la gatita y eso ¿que tiene que ver con
que si mientes o no?
Pues verás, hace ya mucho tiempo, yo estaba haciendo más o menos
lo mismo y vino corriendo un hombre, y me dijo que la policía lo buscaba yo le
dije que se escondiera dentro de ese resto de árbol que ves ahí. Cuando llego
la policía y me pregunto se había visto a un delincuente correr por aquí, les
dije que no, o sea que acababa de mentir.
.- ¿Y qué hizo la policía? No te arrestó a tí?
.-¿ Cómo iba a arrestarme si no sabía el escondite del fugado, la
policía le decía delincuente pues parece que había robado en una tienda. Y
miraron por todas partes y luego se fueron. Cuando desaparecieron con sus
coches por la carretera hacía el lago, el fugado salio de su escondrijo y entonces
vi su gran miseria, así que lo invité a comer, le dí ropa para que se vistiera
decentemente y un poco de dinero.
.-Tienes que coger el barco de la bahía, pero no ahora, sino a la
madrugada, le das esta nota a Pascual y él te llevara hasta el otro lado, allí
coges el barco que va de pesca y no se te ocurra bajar hasta que no llegues al
puerto internacional
.- Cuando un mes después vino el jefe de policía a verme me dijo
que estaba seguro de que yo le había ayudado para que escapase.
.- Así es, le respondí y además le he dado mucho dinero para que
viva muy feliz allá en Argentina que seguramente es donde irá. Y claro, nos
pusimos a reír a carcajadas y el policía me dijo que yo tenía muy buen humor.
.-Y ha pasado el tiempo y ves esa carta, sí ésta, es de ese
vagabundo que lleva unos años en Argentina, ha encontrado a personas, me dice
que me han ayudado como lo hizo usted, y ahora vivo decentemente con un trabajo
que realizo con placer y además he hecho muchos amigos que me respetan y yo
creo que incluso me aprecian.
Ya ves, ayudar a los demás puede ser una simpleza, pero a veces puede tener gran importancia
SALOMÉ
MOLTÓ – Alcoy, Alicante, España
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario