LOS HARAPOS
El alba mañanera de todas las ciudades
despierta con nostalgias de noches de tortura,
con habitantes vestidos con falsas vanidades,
drogadictos somnolientos de ingesta pura
Los harapos escondidos detrás de las neblinas
que duermen solitarias y arropan los cartones,
se cubren de silencio muy lejos de las colinas,
presagiando días de oscuros nubarrones
De añicos y de polvo se cubren las ciudades,
se pueblan de miseria las calles y avenidas,
con caminantes sin destino, llenos de maldades,
tirados en el piso, con sus fuerzas vencidas
Son harapos que duermen sobre el pavimento,
cara cubierta de aspecto general, mal oliente,
con ausencia de luna en el firmamento,
es el sueño profundo del hambre quedamente
Ropas raídas, cansadas, zapatos bruñidos
de caminar por calles de indigencia cruel,
para contemplar horizontes y amores fallidos,
con la fatiga, tristeza y mirada infiel
Los harapos de la vida deambulando las calles,
entre humo, ruido y egoísmo danzante,
sin esperanza, sin amor, sin detalles,
solo con la soledad del triste caminante
Son los harapos, residuos de niños a granel
en atestadas ciudades sin ganas de vivir,
alejados del amor, en un barco sin timonel,
abandonados harapos, solo quieren dormir
tristes mujeres mendigas de piedad y amor,
nidos abandonados, solo pajas secas, horror,
perdidas en espacios sin caridad ni perdón,
anhelantes por siempre de una vida mejor.
Son los harapos que a todos nos cubre la piel,
vivimos sin esperanza, sin ganas de vivir,
la envidia, la desidia, de este mundo cruel,
el egoísmo, el orgullo y ausencias del querer.
Derechos reservados de autor
OLGA HERNÁNDEZ OSORIO - Medellín Colombia
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
El alba mañanera de todas las ciudades
despierta con nostalgias de noches de tortura,
con habitantes vestidos con falsas vanidades,
drogadictos somnolientos de ingesta pura
Los harapos escondidos detrás de las neblinas
que duermen solitarias y arropan los cartones,
se cubren de silencio muy lejos de las colinas,
presagiando días de oscuros nubarrones
De añicos y de polvo se cubren las ciudades,
se pueblan de miseria las calles y avenidas,
con caminantes sin destino, llenos de maldades,
tirados en el piso, con sus fuerzas vencidas
Son harapos que duermen sobre el pavimento,
cara cubierta de aspecto general, mal oliente,
con ausencia de luna en el firmamento,
es el sueño profundo del hambre quedamente
Ropas raídas, cansadas, zapatos bruñidos
de caminar por calles de indigencia cruel,
para contemplar horizontes y amores fallidos,
con la fatiga, tristeza y mirada infiel
Los harapos de la vida deambulando las calles,
entre humo, ruido y egoísmo danzante,
sin esperanza, sin amor, sin detalles,
solo con la soledad del triste caminante
Son los harapos, residuos de niños a granel
en atestadas ciudades sin ganas de vivir,
alejados del amor, en un barco sin timonel,
abandonados harapos, solo quieren dormir
tristes mujeres mendigas de piedad y amor,
nidos abandonados, solo pajas secas, horror,
perdidas en espacios sin caridad ni perdón,
anhelantes por siempre de una vida mejor.
Son los harapos que a todos nos cubre la piel,
vivimos sin esperanza, sin ganas de vivir,
la envidia, la desidia, de este mundo cruel,
el egoísmo, el orgullo y ausencias del querer.
Derechos reservados de autor
OLGA HERNÁNDEZ OSORIO - Medellín Colombia
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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