TU VOZ NO SE ENMUDECIÓ
A las cuatro y media tocaron las campanas en el cielo.
No se enmudeció tu voz
resuena con mayor vehemencia.
No se convirtió en hielo.
La palabra no se hizo ceniza
sino que se transformó en sustento
para aquellos
que, con el alma,
buscamos el vuelo
y no perdemos la esperanza del feliz encuentro.
Anhelabas la paz
como los buenos poetas
la convierten en su alimento.
Maria
Dolores Benítez Molina, Málaga, España
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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