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domingo, 26 de septiembre de 2021

LEXI TOXICOLOGÍA I (O el a, b, c de la RAE), Adrián Néstor Escudero, Santa Fe, Argentina

 




LEXI TOXICOLOGÍA I (O el a, b, c de la RAE)

(Relato de Realismo Psicológico)

 

 

A la Prof. Lic. Liana Friedrich, Directora del Grupo Literario FACEBOOK “AMIGOS DE LAS LETRAS-RAFAELA” ( Argentina), Presidente del CLUB DE LEONES de Rafaela y CIUDADANA ILUSTRE de dicha ciudad santafesina; así como Coordinadora del Distrito O2 del CLUB INTERNACIONAL DE LEONES-Filial ARGENTINA: con gran afecto admirativo…

 

 

“(La Literatura es) Un arca para resguardar bellezas perdurables que navega a contramano

de los efímeros ríos de las modas”

 

Alfredo Di Bernardo. [1]

 

a.

Las decepciones que nos hubiéramos evitado con solo (¿O sólo?: qué hermoso era distinguir a sólo cuando podía reemplazarse por solamente: ¡ah los académicos de la RAE que buscan justificarse a sí mismos, digo yo, y siempre mal pensado! ¿O los anteriores no eran académicos? Pero basta pensar que nuestra Madre Patria tiene Reyes todavía y a esta altura de los tiempos, y entonces se comprenderán algunas cosas que, para el común de los mortales, pueden resultar todavía bastante incomprensibles…)…; pero les decía, evitado con solo saber un poco de latín…

 

Veamos:

El vocablo “maestro” viene del latín “magister” y este a su vez (¿O éste?; pues claro que sin acento ahora y aún cuando resulte un pronombre; ello, a resolución de otro aberrante arrebato genio-lingüístico simplista de nuestra imperial RAE. Porque no era lo mismo decir: éste, es un soberbio borrico; que: me voy con mi soberbio borrico hacia el este… ¡Ah, la RAE… Cada vez más RAE…-YADA! Y ya que están, ¡sáquenle también el acento a más –como adverbio de cantidad-…!, y que se arregle el lector para no confundirlo con el “mas” semejante a “pero”…! ¿O ya se lo sacaron y no me enteré, y “segual” a “mas” o “pero” cuando se deseaba expresar una idea opuesta-?)…, decía: El vocablo “maestro” viene del latín “magister” y este a su vez viene del latín “magister”, del adverbio “magis” que significa “más” o “más qué”. Ello en tanto que conviene informarse que, en la antigua Roma, el “magister” era el que estaba por encima del resto, ya fuera por sus conocimientos o por sus habilidades en un oficio determinado.

 

Y para que lo anterior tenga sentido, entender uno que, el vocablo “ministro”, procede del latín “minister”, y este (¿o éste?, ¡buhaaa!), a su vez, del adverbio “minus” que significa “menos” o “menos que…” (y aclaro que, en este caso, sin acento siempre, ¿vio? Con RAE o sin RAE… Quién lo discute, ¡vaya!). Y enterarse además que, en la antigua Roma, el “ministro” era el sirviente o el subordinado que apenas si tenía algunas domésticas habilidades (aunque si sabía cocinar con un toque de distinción pasaba a ser magister: magister de cocina o Master Cheff, ¡Ja!). Total, que con un poco de latín, sabemos ahora (sic) la razón por la que cualquiera puede ser ministro… Pero no maestro. Perdón: Ministro, pero no Maestro… (No vaya a ser que alguien se ofenda en su hipócrita forma -quién lo duda- sensible y populística de su estudiado, “diplomático y políticamente correcto” saber -o no saber- hacer… ¿Estamos?). ¡Profit!


(…)

b.

Y el celador apagó la luz. Otra vez las aulas a oscuras. Los chicos de barrio Los Hornos ya han abandonado la escuela, arrebujados por sus madres encintas de otras futuras promesas de carenciados… Duele decirlo. Y más, duele sentirlo y pensarlo. Porque unas pocas letras sin alimento adecuado para tan delicadas neuronas, carentes además de programas educativos a prueba del asistencialismo limosnero de ciertos políticos infames… Y ellos pululan sin saberlo, porque son inocentes; pululan entre ellos y, sobre todo, entre los rincones mendigantes de la ciudad cosmopolita, como absurdas cucarachas humanas…

 

Afuera llueve a cántaros, pero al barbijo hay que ponérselo igual… Que ni vacunado puede estar seguro uno de nada… O porque las vacunas no son tales o porque –quizás- hasta pueda nadar el maldito bicho ese que muta y muta envenenando y atropellando al mundo como una invisible e impiadosa manga biogenética de langostas voraces, y brotadas desde la China milenaria y sus extravagantes afectos culinarios reptilianos, y a caballito tal vez de algún murciélago alienígena con cabeza de camello bautizado Marco Polo…

 

“¡Taxi!”, llamó con desespero la joven profesora Angélica, haciendo equilibrio no solo con sus zapatos de taco fino y su maleta de docente de nivel primario y preescolar, tecleando con destreza el tablero alfanumérico de un estrenado celular Moto G7 Play; y todo bajo el estruendoso trepidar de aquellas gotas gruesas que se estampaban como moscas verdes sobre las chapas heridas de la techumbre de la escuelita barrial (barrial no solo por lo de zonal, sino por de donde le viene en nombre a todos los barrios: de barro, de lodo, de calles empolvadas y canalizadas a diestra y siniestra, de norte a sur y de este a oeste, por oscuras y venenosas zanjas fétidas de agua podrida y escuerzos en celo. Sí, aún en este siglo XXI, con escenarios bizarros y de cuando el asfalto era tan solo -sin acento, como quiere la RAE- un dibujo de una revista “mexicana” de comic y ciencia ficción, o de alguna película yanqui de cowboy o del espacio exterior, vista hace más de sesenta años en el cine Doré o en el demolido Avenida)…


Pero a esa hora de la tarde, y por esos barrios, el taxi y los remises no funcionan… (En realidad, casi no funcionan en todo el día de cualquier día, porque usted ni se imagina no solo lo que es vivir sino convivir en un sitio cartonero; un sitio anarquizado -y no solo por sus asimetrías de todo tipo, sino porque resultan nidos de narcotraficantes- donde la palabra “marginado” es un eufemismo idiomático que apenas disimula la miseria sociológica del lugar)...

 

(…)

 

c.

 

Así que a seguir con la idea de comprarse urgente un autito (no un auto, un autito, para no llamar mucho la atención; eso sí, con una buena alarma y un buen seguro a todo riesgo, porque los asaltos y la droga están a la orden del día por esos terrenos alquilados al demonio) o a tener un novio fornido (guardaespaldas, o dueño de un gimnasio, o policía o ex policía, preferentemente, o mejor aún, un Político avezado con contactos non santos en el sitio) que la venga a buscar…  O las dos cosas, porque hay veces que el Maestro (apóstol) se viste de Ministro (politiquero) y el Ministro (politiquero) de Maestro (apóstol)… Y en la oscuridad del Mundo, alguien asegura que todos los gatos son pardos, aunque a ambos les brillen los ojos ya de financiera astucia o de sacerdotal sabiduría… “Segual”. [2]

 

 

 

©ADRIAN NESTOR ESCUDERO, poeta y escritor argentino

MIEMBRO ASESOR Y HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA



[1] DI BERNARDO, ALFREDO (1965) – N. Santa Fe (Argentina). Poeta creador de la Asociación Cultural “El Puente”, 1998; y ex Director de la Micropublicación “El Regalador”- Cit. Editorial Nº 400. Pág. 18-05-2012).-

 

[2]  ADRIÁN N. ESCUDERO (Santa Fe, Argentina), 07-05-2021 (Microcuento) y 23-06-2021 (Ficción de Realismo Pedagógico).

 

    Integra el Libro “MIXTURAS COTIDIANAS Y Otros Cuentos” – Colección de Realismo Mágico y Metafísico. Inédito. La Botica del Autor – Santa Fe, Argentina, D. 2010 a la fecha.-

   Publicado el 25-06-2021 en el Blog de Autor del Foro “PARNASSUS, PATRIA DE ARTISTAS (Patria simbólica de escritores y artistas internacionales)” (Buenos Aires, Argentina). Galardonado como PROSA DESTACADA Y TOP CONTENT por su Moderador Elías Antonio Almada y Dirección del Foro.  Responsable: Prof. Marisa Aragón Willner.

 

En Facebook:

 

   Publicado el 07-05-2021 (V.O.) y el 23-06-2021 (T.A.) en la PÁGINA DE AUTOR FACEBOOK “ADRIÁN N. ESCUDERO GONZÁLEZ” (Santa Fe de la Vera Cruz, Argentina); así c omo en el GRUPO FACEBOOK “AMIGOS DE LAS LETRAS-RAFAELA” – Responsable: Prof. Lic. Liana Friedrich (Presidente del Club de Leones y Coordinadora Cultural Distrito 02 – Argentina - Clubes Internacional de Leones. Ciudadana Ilustre de Rafaela Año 2021 - Dpto. Castellanos, Provincia de Santa Fe, Argentina).

 

 


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