Abbey Road
Su
carta, perfumada – obvio – sellada en Londres
me
invitaba a un misterioso y sugestivo encuentro
que
debía realizarse en la mítica Abbey Road.
Exactamente
en esa esquina donde The Beatles
plasmaron
aquella foto reservada para la historia.
Diez
días después de enviada llegó a ese destino
que
era el mío, en un apartado barrio de Buenos Aires.
¿Cómo
renunciar a aquel convite transatlántico?
¿Cómo
negarse a tal viaje que anunciaba, sin dudas,
una
nueva vida llena de trascendencia y aventura?
Pero
el temor, las excusas y el miedo a lo nuevo
prevalecieron
en aquel momento preciso, clave;
aunque
el deseo fuera partir, raudo, a esos cielos
imaginados
nublados y lluviosos, con tinieblas
que
invitan a amarse tanto como a urdimbres
que
sólo las aguas del Támesis han conocido.
No
viajé.
No
me permití concretar el anhelado encuentro.
Ella
siguió su travesía de mujer que intuye
cuánto
hay por descubrir en inciertos horizontes.
Han
pasado décadas de aquello.
Aquí
sigo arrepintiéndome de no haberlo hecho.
©ANTONIO LAS HERAS, poeta y escritor
argentino
MIEMBRO
HONORÍFICO Y ASESOR DE ASOLAPO ARGENTINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario