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martes, 19 de abril de 2016

“INMEMORIAN A CESAR VALLEJO”, Carlos Rodolfo Ascencio Barillas, El Salvador


Imagen de: elcomercio.pe



“INMEMORIAN A CESAR VALLEJO”


Escuche don César vallejo,
es usted poeta de poetas,
ilustre, insigne, perínclito, inmensurable,
y recuerde el laberinto de la vida,
que deja huellas imborrables en el mundo.

¡Oh! Don César Vallejo
Es usted la lumbrera cobriza de mis atardeceres
y corren acuarelas en la tinta de sus crepúsculos.
¡Oh!, Poeta de la inmortal llanura,
le recuerdo en la luz de sus iluminadas devociones
y en el perenne sol  de sus sensaciones.

Le buscare en los arcoíris de sus profundas convicciones
y en los encantos que desbordan sus manantiales
y en el pesar que vuelan hacia el fugaz viento.

Óigame don César Vallejo
y despierte para ver su gloria
y  contemple los rosales de sus reflexiones
y las maravillas de sus constelaciones.

Allá en los universos extraviados
y en el excelso calendario de su pecho
y en la grandeza de sus oceánicas conclusiones
y las revelaciones en los ecos de su aliento
y en la desnudez de sus majestuosas rimas.

Con el caldo veraz de sus denuestas seducciones
usted impregno el verbo en las montañas
y las olas que estremecieron los mares.

Usted fue un gran soldado de la paz,
quiso dar un beso a las injusticias pecaminosas
y logro yacer en el corazón de hierro
y en la ignorancia que abraza el frío de la noche
y penetró en el tuétano de las raíces inciertas
aunque tuvo implacables  espinas
que hieren las fibras en los costados de las hojas;
allá, en su tierra descalza, Santiago el Chuco.

Vive usted en la cima de la sabiduría
y en la brisa que llega hasta mi oído
y el pensamiento que abriga el invierno
usted, mi don César Vallejo.

Dígame de donde viene su inspiración infinita
de donde provienen  sus imaginaciones
y su  extraordinaria visión del tiempo
es usted el ocaso de los mares profundos
y la nieve que se desliza en los  copos anidando su pecho.

Dígame quien era el mañana que le vio nacer
y la luna que brilla  en sus riachuelos
¿Quién te dotó para ser un gran maestro?
¿Quién te inspiro en el Olimpo de su mirada?
Fue la divina palabra del cielo
y el eterno río de sus compulsiones,
pero hoy alguien pensara en usted
y dirá las grandes verdades azules de su boca
y viajara en la tranvía de sus razones
y anunciará su voz en todo el mundo,
y su paso veloz por las estrellas…

©CARLOS ASCENCIO BARILLAS, porta y escritor salvadoreño
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA




1 comentario:

  1. Heridas contra las piedras,a las que envió su canto,mas allá de las miserias escondidas bajo el manto...(Que tapaba , que escondía, tanto dolor ,tanto espanto...) (Frag.de "A César Vallejo"---Y.E.Solís Molina

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