DUEÑO
DE NADA
El hombre, vive deseoso
de alegría, sediento de una tremenda tranquilidad, pero lamentablemente, con
uno u otro pretexto, los hechos lo impulsan a odiar a su vecino, a reñir con su
colaborador y hasta con su hermano.
El sabe que son suyos, la
tierra, los mares y el cielo. Nunca hubo conquistas más justificadas, pero
después de largos siglos de luchar, cuando quiso disfrutar de su mundo, de su
independencia, se halló que no era dueño de nada, ni de sus sentimientos.
Lo esclavizan sus vicios
y la rutina, las celadas y delitos, desilusiones, desengaños, y al final de
tantos éxitos y fracasos, como hecho evidente, como conclusión suprema, piensa
que la sociedad que debió ser el refugio de todos sus integrantes, es, al mismo
tiempo, el sabio arquitecto y el torpe demoledor de todas las esperanzas.
©ALEJANDRA ZARHI, poeta y escritora chilena.
PRESIDENTE
DE ASOLAPO-CHILE, MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Las ataduras de la civilización, son las que van encarcelando al hombre en el ámbito de su misma ambición.encerrado la mayoría de las veces por su propio deseo de poder y dominio...!
ResponderEliminarAlejandra, tu escrito delata verdades lamentables, pero yo abrigo la fe y la esperanza, de que los jóvenes, los poetas, los artistas, los niños, los ancianos... con todo nuestro deseo y quehacer, podamos revertir esto y Dios habrá de permitirlo
ResponderEliminarCristina Aráoz