Dibujo de Samuel Mallo López
ANTES
La poesía precede al lenguaje.
En la luz que se demora
sobre una hoja
como si dudara.
En el viento
que no explica nada
y aun así insiste.
En el agua
que emprende el camino
sin preguntar.
En la flor
que se abre
sin tener nombre
ofreciendo su color
y su perfume.
La poesía no escribe.
Respira.
Está en el árbol
que se inclina
y da sombra.
En la piedra
que guarda siglos
sin palabras.
Nosotros llegamos después,
con el lenguaje a cuestas,
a intentar nombrar
lo que ya estaba
vivo
y en silencio.
LUIS ALPOSTA – Buenos Aires, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO Y ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
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