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sábado, 13 de septiembre de 2025

EL NAVEGANTE DE LOS SUEÑOS - Adrián Néstor Escudero - Santa Fe, Argentina

 


EL NAVEGANTE DE LOS SUEÑOS

"Yo, Hacedor, me confieso...". Al mundo de lo creado, me confieso... Le confieso el encuentro conmigo mismo hasta darme el cuerpo del Universo. El cuerpo de mi Conciencia me demostró que todo aquel tiempo anterior había sido de Nada a pesar de mi Existencia. Que Yo, existía, pero no lo sabía".

"´Pienso, luego existo´, proclamaría en mis oídos la boca de un tal Descartes, cuando al fin terminaba de interpretarme, después de otro tal llamado Aristóteles, y un poco antes de los Leibniz y de los Kant (el origen de mi Duda; culpable de Ella, planearía mi Redención). Entonces, la construcción intelectual completó mi Realidad física. Y sentí mis fuerzas plenamente materializadas.

“Las Mónadas, sombras y luces que me confundían, fueron separadas. Pero no totalmente. Tuve cuidado de ello pues sabía que unas condicionaban a otras y, en los precisos límites de sus fronteras, habitaba mi Poder Creador; y Yo hubiera perdido el momento de mi Descubrimiento y aún vagaría etéreo con el nombre de Nada para Nadie. Mi Divinidad residió en eso. En que fue posible revelarme a Mí mismo. Porque, sí hubo Principio, aunque Yo fuera Eterno".

"No es fácil para un Dios reconocer que fue engendrado. También mi Divinidad residió en eso. No tuve secretos en mi Nacimiento. Ser sin nacer, sin embargo, todavía parece demasiado perfecto. El cuerpo de mi Conciencia no es por ello, lo perfecto que Ella sí Es. Y las limitaciones de mi Universo derivan de aquel instante de Duda. Antes de mi explosión de Amor hacia lo que Era y Soy y Seré hacia Adentro y Fuera de Mí”.

"Por eso me siento Padre y Hermano, e Hijo de mi Ser, pues soy Todo lo que Existe. Y aún más...".

El Viejo Navegante cerró el Libro de Los Tiempos que leía con un leve escozor de dulces soledades. Sacudió con brusquedad su cabeza adormilada por la penumbra de la cabina oscura, como para desprenderse de los pensamientos que el río de sangre de su cuerpo depositaba en las playas de sueños de su mente.

No había brisas dentro de aquel cuarto sin ventanas, ni altares perfumados de mujer. Así que todo había venido imaginándolo desde que abandonara el Planeta de la Fraternidad donde había vuelto a nacer. Como en este último y breve lapso en que había tomado conciencia de lo que estaba por ocurrir.

"Dos cosas llenan el ánimo de admiración y de respeto siempre crecientes: el cielo estrellado sobre mí y la Ley Moral dentro de mí", pensó parafraseando al filósofo de Koenisberg.

Como un dios que se descubre a sí mismo. Sería como un dios. Sería para Ellos, tal vez, como un dios y, aquella idea alguna vez romántica y nostálgica, le acosaba el espíritu y lo sometía sin remedio entre los trópicos brumosos y las cadencias agridulces de la melancolía...

Le angustiaba El Regreso que se había prometido pues presentía su negación. Apostasía. Y todo el admirable universo divino comprendido en su sangre, en su mente y en su piel, se desvanecería en los estrechos márgenes de una probabilidad binaria: sí o no. De cualquier forma, dios o no dios, sería hombre. Y, como todos, sujeto a los designios de una Extrema Voluntad, en la cual, no había dejado de creer.

Eso lo alivió.

DON' C, que sin mirarlo le miraba, lo escrutó a través de las radiaciones magnéticas de su coraza ciborg, autoconectó el sistema de audio y, con voz metálica y profunda, la arenga emocionada del Presidente Único escapó del archivo grabado y se oyó para que la escucharan los reducidos habitáculos del Navío Espacial interestelar, lanzado a la velocidad de la luz, y la fuerza de los sueños que encerraba diera nuevas energías al Cohete y al dios solo y triste que moraba en él...

"...Lo llamaremos Juan o José, Smith, Luigi o Pierre, Rudolfh o Igor. Y será nuestro Mensajero. Hablará con Ellos, los que habitan las Estrellas. Hemos interpretado y aceptado Su llamado. Hemos aceptado aprender de una vez y para siempre. Optado por ser humildes y sellar un Pacto con el Más Allá. Él llevará nuestros Sueños. Y los traerá multiplicados. Los sueños del surco caminante y del arado obrero, de la semilla hundida y del trigo soleado, del durazno floreciendo entre las hojas y la miel tramada por la abeja en la campiña; los sueños de los bosques devastados que quieren volver a vivir, de los desiertos irrefrenables que aplastan al vergel, de las ciudades de otoño y acero que quieren volver a respirar; los sueños, pues, de nuestras ambiciones legítimas que desean volver a prevalecer sobre los frutos nefastos del odio, del orgullo y la concupiscencia. Sueños como granos de arena, ermitaños, individuales, que necesitan trascender, personalizarse e integrarse a la idea universal que nos convoca a una convivencia solidaria y justa. Sueños con vocación de madurez y equilibrio, de conformarnos plenamente como raza en cumplimiento de nuestro destino, para abordar otra etapa, definitiva quizás, del crecimiento humano. Torbellino de transmutación de lo real. Transfiguración concreta del espíritu hacia el Centro de los perennes misterios que es Dios... Saludemos su Partida. Añoremos su Regreso. Comprometamos nuestras almas en el éxito de su Misión. No estaremos sino en bocas y oídos de nuestros hijos de los hijos cuando ello suceda..."

Eran los tiempos del tercer milenio. Cuando el idilio de la Humanidad aún no se había vuelto a romper, después del duro levantarse de la Tercera Guerra, fulminante y breve del '98. Aunque, irónicamente, a partir de ella, el Bien iniciara su viaje a las estrellas en busca de la Paz, y, el Mal, obcecado y consecuente, su virulento viaje hacia la conciencia del mundo, nuevamente desde la perspectiva genético-fascista que lo incendiara, allá, por los años '40.

Entonces, DON' C desconectó la grabación, y esperó. El Navegante de los Sueños había reclinado su cabeza de algas y cenizas, y vuelto a dormir.

En ese instante, la TIERRA, apareció en el monitor…


ADRIAN NÉSTOR ESCUDEROSante Fe, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

ADRIÁN NÉSTOR ESCUDERO. Nacido en Santa Fe, Argentina, el 12 de enero de 1951. Casado, cuatro hijos y siete (por ahora, y Dios mediante). Dr. CPN (1975) y MDE-CT (1998). E-mail: adrianesc@hotmail.com – Facebook: https://www.facebook.com/adriannestor.escudero – TD: 0054342 455 4811 - Ws: 0054 9 342 4323 318. Declarado Santafesino Destacado 2023 (150º Aniv. H. CMSF) 


[1] ADRIÁN N. ESCUDERO (Santa Fe, Argentina), 2020. T.a. 08-09-2025. Integra la IIa. Edición (Inédita) del Libro DOCTOR DE MUNDOS (El Sillón de los Sueños) – Colección de Ficción Conjetural y Metafísica – La Botica de Autor (Santa Fe, Argentina), 2005/2025.


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