UN HOMBRE RESPIRA HUMILLANDO
Un hombre respira humillando
Con sus testículos equivocados,
Con su errática sombra altiva,
Aberradamente empoderada.
Un hombre respira encumbrado
Para asombro de Kafka
Y Gregor Samsa,
Y ordena y nombra y persigue
Como Calígula con su caballo
Y decide las mil vidas de Joseph K.
Y ríe
Y hace muecas ostensible
Y abusa de poder y de ignorancia.
Un hombre respira y adolece
Mientras ondea la bandera de la estulticia,
Su fuerza es la vulgaridad,
Su manantial la intolerancia,
Su fuente la ineptitud,
Su oficio la vejación.
Un hombre respira pujante
Y empequeñece el mundo,
Para eso le aplauden los palmeros
Y le rehúyen las palmeras.
Un hombre respira atropellando
el buen gusto
y los más básicos principios morales.
Ufano, endiosado, enaltecido,
Errático,
Se envuelve en criptomonedas
Que ensuciarán las estrellas
Y serán basura cuando habite el olvido.
Un hombre respira y aplasta
Y medio mundo enferma
-gracias a los dioses
el otro medio sale ileso-.
Un hombre respira y se despierta al alba
Empapado en poder,
Con gases en el alma
-¿seguro que tiene alma?-
Y en su deflagración matutina grita
Soy el dueño de todo,
¿Qué demonios haré hoy
Con estos miserables?
GLORIA NISTAL – Madrid, España
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Un hombre respira humillando
Con sus testículos equivocados,
Con su errática sombra altiva,
Aberradamente empoderada.
Un hombre respira encumbrado
Para asombro de Kafka
Y Gregor Samsa,
Y ordena y nombra y persigue
Como Calígula con su caballo
Y decide las mil vidas de Joseph K.
Y ríe
Y hace muecas ostensible
Y abusa de poder y de ignorancia.
Un hombre respira y adolece
Mientras ondea la bandera de la estulticia,
Su fuerza es la vulgaridad,
Su manantial la intolerancia,
Su fuente la ineptitud,
Su oficio la vejación.
Un hombre respira pujante
Y empequeñece el mundo,
Para eso le aplauden los palmeros
Y le rehúyen las palmeras.
Un hombre respira atropellando
el buen gusto
y los más básicos principios morales.
Ufano, endiosado, enaltecido,
Errático,
Se envuelve en criptomonedas
Que ensuciarán las estrellas
Y serán basura cuando habite el olvido.
Un hombre respira y aplasta
Y medio mundo enferma
-gracias a los dioses
el otro medio sale ileso-.
Un hombre respira y se despierta al alba
Empapado en poder,
Con gases en el alma
-¿seguro que tiene alma?-
Y en su deflagración matutina grita
Soy el dueño de todo,
¿Qué demonios haré hoy
Con estos miserables?
GLORIA NISTAL – Madrid, España
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
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