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sábado, 9 de julio de 2022

UN SEMBRADOR SALIÓ A SEMBRAR…, Adrián Néstor Escudero, Santa Fe, Argentina

 



UN SEMBRADOR SALIÓ A SEMBRAR…

A la infidelidad (o de los aciagos rostros de la injusticia)...

 

“Aquel que te creó sin ti, no te salvará sin ti”.

San Agustín de Hipona

 

   Ahora, el Sembrador salió a sembrar, sabiendo que “la concupiscencia es madre del pecado”[2] 

   Y el impío miembro viril atravesando los esteros y pliegues vulvosos de una sedienta medusa encaramada como telaraña pórtica de una membranosa e infiel vagina, será para ella la recta y venenosa jeringa que perforará -con un jolgorio de semen y flujos tan placenteros como ilusorios y efímeros-, la piel y la sangre de un pobre drogadicto yacente a sus deseos carnales; hasta que, inexorable, el Astuto, que disfraza el mal de bondadoso encanto, le dirá a su serpiente, la Muerte -con siseante arrullo-: ¡mátala! Y una densa y húmeda oscuridad sin retorno vendrá a habitarla en su oculto[3] corazón de Nada, desde el ardoroso y sensual minuto de un ahora trastrocado en siempre

   Y en su lecho estrujado –como una mueca amarga de algodón fruncido-, supo que Nadie lloraría por ella ni por quien verdaderamente amaba y la amaba, y al que, desde una siniestra espiral de sensualidad aviesa, había traicionado; excepto por un joven galileo Sembrador que, en ese bendito día, había salido a sembrar su Mies en una aldea cercana a Cafarnaúm, al oeste del lago de Tiberíades, y que tendría a poco que decir: “El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra…”[4], y en tanto supo que Él sufriría luego por ella  

   … Y de cuya voz, suprema y compasiva, escucharía (todavía cimbreante y medrosa frente al muro de los hipócritas que iban a lapidarla, presa del estupor y el miedo al infierno tan temido) como rodando y rodeándole la piel confusa, aquellas palabras además que le alcanzarían una resucitación espiritual tan imprevista como eterna y luminosa: “Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Alguien te ha condenado? (…) Yo tampoco te condeno. Vete, pero en adelante no peques más”.[5]

   Y la redimida mujer de Magdala[6] entró como un ángel de Luz al Paraíso, aún antes de despedirse de este mundo.-

 

ADRIÁN NÉSTOR ESCUDERO, Santa Fe, Argentina

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA



[1] ADRIÁN N. ESCUDERO - Santa Fe (Argentina), 22-02-2010 (Mc. 4, 1-9). T.a. 01-09-2021 (Microficción). Integra el Libro “APOCALIPSIS BANG (Y Otras Historias)” (Colección de Relatos Extraordinarios). Inédito. La Botica del Autor. Santa Fe (Argentina), 2006-2021. Publicado en Foros Virtuales y Grupos Literarios Facebbok.-

 [2] Sant. 1, 12-18.-

[3] Mt. 10, 26-27.-

 [4] Jn 8, 7.-

 [5] Jn 8,11.-

 

[6] Fte.: https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Magdalena.- (Donde se remite, incluso, a controvertidas teorías y posturas teológicas y mundanas ensayadas sobre la persona de María Magdalena, objeto finalmente de dulía tanto por las comunidades católicas, ortodoxas y anglicanas, y más allá de los dispares ensayos sobre tan protagónico personaje evangélico)-

 


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