UN SEMBRADOR SALIÓ A SEMBRAR…
A
la infidelidad (o de los aciagos
rostros de la injusticia)...
“Aquel que te
creó sin ti, no te salvará sin ti”.
San
Agustín de Hipona
Ahora, el Sembrador salió a sembrar, sabiendo que “la concupiscencia es madre del pecado”[2]…
Y el impío miembro viril atravesando los
esteros y pliegues vulvosos de una sedienta medusa encaramada como telaraña
pórtica de una membranosa e infiel vagina, será para ella la recta y venenosa
jeringa que perforará -con un jolgorio de
semen y flujos tan placenteros como ilusorios y efímeros-, la piel y la
sangre de un pobre drogadicto yacente a sus deseos carnales; hasta que,
inexorable, el Astuto, que disfraza el mal de bondadoso encanto, le dirá a su
serpiente, la Muerte -con siseante
arrullo-: ¡mátala! Y una densa y húmeda oscuridad sin retorno vendrá a
habitarla en su oculto[3]
corazón de Nada, desde el ardoroso y sensual minuto de un ahora trastrocado en siempre…
Y en su lecho estrujado –como una mueca amarga de algodón fruncido-, supo que Nadie lloraría por ella
ni por quien verdaderamente amaba y la amaba, y al que, desde una siniestra
espiral de sensualidad aviesa, había traicionado; excepto por un joven galileo
Sembrador que, en ese bendito día, había salido a sembrar su Mies en una aldea
cercana a Cafarnaúm, al oeste del
lago de Tiberíades, y que tendría a poco que decir: “El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra…”[4],
y en tanto supo que Él sufriría luego
por ella…
… Y de cuya voz, suprema y compasiva,
escucharía (todavía cimbreante y medrosa
frente al muro de los hipócritas que iban a lapidarla, presa del estupor y el
miedo al infierno tan temido) como rodando y rodeándole la piel confusa,
aquellas palabras además que le
alcanzarían una resucitación espiritual tan imprevista como eterna y luminosa: “Mujer, ¿dónde están tus acusadores?
¿Alguien te ha condenado? (…) Yo tampoco te condeno. Vete, pero en adelante no
peques más”.[5]
Y la redimida mujer de Magdala[6]
entró como un ángel de Luz al Paraíso, aún antes de despedirse de este mundo.-
ADRIÁN NÉSTOR ESCUDERO, Santa Fe, Argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO
ARGENTINA
[1]
ADRIÁN N. ESCUDERO - Santa Fe (Argentina), 22-02-2010 (Mc. 4, 1-9). T.a.
01-09-2021 (Microficción). Integra el Libro “APOCALIPSIS BANG (Y Otras Historias)” (Colección de Relatos
Extraordinarios). Inédito.
[3] Mt. 10, 26-27.-
[6] Fte.: https://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_Magdalena.- (Donde
se remite, incluso, a controvertidas teorías y posturas teológicas y
mundanas ensayadas sobre la persona de María Magdalena, objeto finalmente de
dulía tanto por las comunidades católicas, ortodoxas y anglicanas, y más allá
de los dispares ensayos sobre tan protagónico personaje evangélico)-
No hay comentarios:
Publicar un comentario