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sábado, 17 de agosto de 2019

EL TANGO DEL VAMPIRO, Luis Alposta, Buenos Aires, Argentina

























Vlad Draculea Tepes - (1431 – 1476)


  EL TANGO DEL VAMPIRO



Bram Stoker (Dublín, 1847 - Londres, 1912), novelista irlandés autor de Drácula, el conde vampiro de Transilvania (1897), obra clásica y de las más influyentes dentro de la literatura de terror, escribió esta novela inspirado en la figura de Vlad  Draculea* Tepes, más conocido como Vlad el Empalador, tirano medieval de Valaquia que empalaba a sus enemigos.
 * Drácula, tal su patronímico, es una palabra de origen rumano, que tiene dos significados: puede ser “drac”, diablo, o “dracul”, dragón.
            El personaje de esta novela, desde su nacimiento literario ha originado numerosos estudios, ha sido llevado muchas veces al cine y ha gozado siempre de muy buena prensa. A través de los años se ha ido perfilando, hasta lograr una personalidad tan definida que, hoy, a más de un siglo de distancia, se nos puede antojar como un viejo conocido. Alguien que se ha ido metamorfoseando hasta convertirse en un personaje tan digno, dentro de su desgracia, tan aparentemente real, tan terrorífico y cruel a la vez, que hasta nos da pie (un pie muy pálido, por supuesto) para que lo tratemos con humor.
            La astucia del Conde Drácula es proverbial. Si alguna vez se le aparece y le dice que le amará hasta la muerte, tenga por seguro que se estará refiriendo a la muerte suya y no a la de él.
 ¡Ah! Y recuerde que detesta la luz del día y el olor del ajo.

            A Drácula y a Lucy, la más conocida de sus víctimas, los he llevado al tango.

CÓMO NACIÓ EL "TANGO DEL VAMPIRO"

Daniel Melingo, a quien yo no conocía, con motivo de haberme grabado el tango “El escape”, me llamó por teléfono y me invitó a la presentación de su CD “Tangos bajos”. Concurrí. Fue una noche de octubre de 1998, en el Club del vino.
Los músicos vestidos de negro; Melingo y Fabiana Cantilo cantando un tema a dúo, también de negro. ¡Y ella tan blanca!
El público: en gran parte, pálidos punkies y jóvenes rastas, con ropas negras, escuchando a un hombre con una particular manera de cantar y de interpretar el tango. Y el silencio. ¡Un gran silencio! (Como en las mejores noches del Viejo Almacén.)
Los temas: tangos reos y rantifusos. Algunos cercanos al humor negro y otros lindando más con los laberintos de la desesperación que con los decorados de la felicidad convencional.
         Cuando el espectáculo terminó, en lo que tardé en llegar hasta mi coche, estacionado a escasos setenta metros, ya tenía en la memoria los cuatro primeros versos del Tango del Vampiro.


TANGO DEL VAMPIRO

Escucho a un fueye que me asegura
que ya es de noche y es noche oscura.
Hoy su rezongo suena a sirena
que está anunciando que hay luna llena.

Éste es el tango que con voz ronca
le canto a Lucy al salir del jonca.
¡Lucy! ¡Mi Lucy! Que no hay collares
con que se oculten tus yugulares.

Desde hace siglos no siento el hambre
y hoy sólo quiero beber tu sangre.

ELLA:
¡Conde! ¡Mi Conde!
¡Mi amor prohibido!
Ya desde el día en que la has bebido
 mi sangre toda te corresponde.
Si me has herido,
mi flor de anemia
no es esta noche lo que me apremia,
sino la llama que has encendido.

Si algo me quieres,
sólo por eso,
abre la boca con que me hieres
y hoy dame un beso.

El mismo fueye, como si hablara
me está diciendo que es noche clara.
Ya no es rezongo, ni es la guadaña.
Ni es esa historia de Transilvania.

Éste es el tango con voz quebrada
que ahora le canto a mi enamorada.
¡Pero carajo!... ¡Pero carajo!...
¡Quién trajo el ajo!... ¡Quién trajo el ajo!...

¡Tan justo ahora, que sin collares
Lucy me muestra sus yugulares!

©LUIS ALPOSTA, poeta y escritor argentino
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA

Click:

Canta Daniel Melingo y Fabiana Cantilo


Recitado por Juan Salvador


 “Tango del vampiro” en “Visualización 3D y Animación” – Creado por René Stark para Tesis de Diploma del programa de Escuela vocacional EB Zurich para la educación superior. Bailarines: Luis Rubén Parra y Karin Schneider.






 


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