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sábado, 2 de junio de 2018

EL VERDADERO ROSTRO, Omar Orrico Schelino, Junín, Buenos Aires, Argentina

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Imagen de: YouTube



EL VERDADERO ROSTRO


Había nacido ciega. Pero el cielo la había premiado, pues era una verdadera pintora, una gran artista. Por su corta edad ya era conocida en todo el mundo. Sus dedos eran sus ojos. Con solo tocar un objeto que ella quería representar en sus telas, de inmediato lo conseguía, con sus verdaderos colores, con sus formas… Simplificando, sus pinturas parecían fotos.
Había pintado a sus padres, a su hermanito menor… Pero ella nunca los había visto.
Una noche, cuando ella dormía en su regazo, una voz la despertó:
-“Matilde, hermosa niña. Quiero que me pintes…”
Matilde al abrir sus párpados, vio por primera vez a un hombre, de barba y cabellos largos, su cuerpo se envolvía en una túnica. Aquella noche Matilde acababa de cumplir sus 15 años.
-¿Quién eres? –preguntó con temor.
-Soy tu hermano mayor y me puedes ver. Quiero que el mundo me vea realmente como soy. Pinta mi rostro que la humanidad no lo conoce aún…
La niña prendió la luz de su cuarto, luz que veía por primera vez, miró sus pinceles, sus témperas. El cuarto se había convertido en un atelier. Nunca había visto con sus propios ojos, donde ella dormía, solo lo había imaginado.
Ahora sus ojos se volvieron hacia aquel hombre que posaba para ella y en realidad se sintió enamorada de él. Comenzó a retratarlo en su tela; pintaba por primera vez como nunca lo había hecho antes: usando su vista. Cuando lo terminó, se lo extendió.
-Aquí está tu retrato.
Él lo tomó y sorprendido le dijo:
-Hermana mía… Has pintado el verdadero rostro de “CRISTO”.

©OMAR ORRICO SCHELINO, poeta y escritor argentino
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA                    

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