Imagen provista por el autor
EL JUICIO UNIVERSAL
En un examen de Metafísica se preguntó a los alumnos cómo armonizarse
en el día del Juicio Universal la Misericordia y la Justicia. Pues, o bien la clemencia
habrá de absolver el mal- en cuyo caso no se practicaría la imparcialidad- o la
ecuanimidad prevalecerá sobre la compasión, y en tal caso no existiría la
bondad.
Dudas e incertidumbres. Sólo uno fue capaz de arriesgar la
respuesta.
La rémora que lleva consigo el hombre le inclina a
autoafirmarse, pues la bestia hambrienta del mal embriaga sus sentidos. El Mal
infringe más el amor que la ley. El
último día se reconocerá el Amor sin filtros, cara a cara.
Dimitte
nobis sicut et not dimittimus debitoribus nostris. La regla básica es ésta: es necesario perdonar para ser
perdonado.
El Juicio consistirá en la afirmación de lo que se es, en un
instante supremo de libertad y conocimiento. Ante el hombre se abre el abismo
que separa el être et le neant. El
ser y la nada. Por eso, el Juicio será de amor. El hombre será condenado a amar
a todos por la eternidad o amarse exclusivamente a sí mismo, tal es. Pero, para
recibir el perdón ha de darlo. Ser exonerado de igual manera que él absuelve.
Así, en ese momento decisivo, la víctima habrá de congraciarse con el verdugo.
Quien no lo haga habrá decidido por sí mismo. Lo que está en juego es la
condenación o la salvación.
Supremo instante en el que habrán de reconciliarse dictadores
y sojuzgados, verdugos y víctimas. Personajes - paradoja - como Hitler que tendrán de confraternizar con
millones de gaseados. O Stalin con los
masacrados en el inmenso Gulag. Lázaros
y Epulones. Es la última oportunidad y el propio hombre ha de decidir su
suerte. ¿Podrá?
Sobre él pesa la sentencia: “Os condeno a amar para siempre”.
Página
autor:
https://www.facebook.com/novelapoesiayensayo/
Blog autor
http://novelapoesiayensayoangelmedina.blogspot.com
©ÁNGEL
MEDINA, poeta y escritor español
MIEMBRO HONORÌFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario