JORGE NEWBERY, ENCARNADURA PLENA
DEL ARQUETIPO DEL HÉROE SOLAR (*)
Por el
Prof. Dr. Antonio Las Heras (**)
Carl Gustav Jung, el sabio
suizo que nos permitió adentrarnos en las profundidades abismales de la mente
humana, describió al Arquetipo del Héroe Solar señalando las particulares
características que éste adquiere cuando encarna una persona. En base a ello es
que nos permitimos afirmar que Jorge Newbery constituye – al analizar su vida y
obra – una real encarnadura plena de dicho arquetipo: el del Héroe Solar.
Esta manifestación tan
especial de lo Inconsciente Colectivo, ese estrato psíquico forjado desde el
inicio mismo de la vida humana, se halla presente en quienes sienten – y
aceptan – el llamado interno para conducir a la comunidad hacia la concreción
de nuevos desafíos.
El Héroe Solar – lo de “solar”
refiere a que se trata de alguien con luz propia tanto como dotado de una
extraordinaria energía creativa que alimenta a sí mismo y a los demás – avanza
por senderos donde otros nunca han estado, imagina lo que en las mentes comunes
es imposible entrever, se prepara de manera adecuada para los riesgos y avanza con
ellos pues ante todo – como bien lo manifestó el filósofo norteamericano
Emerson – “la confianza en uno mismo es el primer secreto del éxito.”
Y ese es Jorge Newbery. Una
personalidad tan plena y totalizadora que puede destacarse en todo cuanto
emprende. Desde su condición de ingeniero para la iluminación de las calles
porteñas pasando por la práctica de los más diversos deportes, el ejercicio
tanguero y la clarividencia necesaria para comprender que la forma más eficaz
de transporte que aguardaba en el futuro cercano habría de ser la aviación.
El Héroe Solar no teoriza
sujetado al sillón de un escritorio. Es quien piensa, decide y toma en sus
propias manos la proactividad requerida para la concreción de la obra soñada. A
la vez, y no es una condición menor del Héroe Solar, aunque puede dar la
impresión a la mirada superficial, de que se trata de un hombre solitario, en
verdad siempre cuenta con una trama de amistades sólidas que ha sabido
desarrollar a lo largo de su vida. El Héroe Solar es pensante, racional; pero
no por ello deja de lado el afecto y la emotividad; las emociones no le son
ajenas y el Amor en su más amplia definición se halla siempre vigente en
cuántas acciones emprende.
El Héroe Solar es un
incansable realizador de trabajos. Como aquellos doce trabajos de Hércules, las
labores de Jasón para obtener el Vellocino de Oro o Teseo matando al Minotauro.
¿Y qué simbolizan tales tareas? Pues no otra cosa que abrir a la comunidad las
puertas al conocimiento, el desvelar los misterios y quitar aquellos
impedimentos que afectan al progreso de la Humanidad.
Quien encarna a este arquetipo
– presente en todas las culturas de cada lugar de la Tierra y de todos los
tiempos – no conoce los achaques de la edad habituales en la gente común. Por
ello no hay ejemplo – ni histórico, ni mucho menos mitológico – de un Héroe
Solar que haya hallado la muerte echado durmiendo en su lecho. Dos
posibilidades aguardan a estos preclaros protagonistas: la muerte en pleno
combate o la transformación en el Anciano Sabio, el hombre de consulta
permanente. El combate al que aquí hacemos referencia no es el que requiere de
la metralla y el sable; sino el combate con las vicisitudes de la vida a las
que una persona así jamás rehúye. El último combate de Jorge Newbery fue allí donde
sólo las águilas se atreven. En el aire, allá en las altitudes; sitios donde
los héroes de todos los tiempos pudieron conversar con los dioses.
Sírvanos a los argentinos este
recuerdo de la condición heroica permanente elegida por Jorge Newbery para buscar
la sana imitación de cómo se ha de vivir a efectos de dejar el grano de arena
correspondiente que haga grande la nación.
Y si pasadas las décadas de su
trágica muerte seguimos hablando de Newbery es porque cumple aquello que
anuncia el romancero español cuando afirma:
“Velar se debe la vida/ de tal suerte/ que viva quede en la muerte.”
Que Jorge Newbery nos ilumine
para que nosotros también nos atrevamos a hacerlo. Pues la Argentina lo merece.
©ANTONIO LAS HERAS, poeta y
escritor argentino
ASESOR
CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
(*) Disertación realizada en el Regimiento de Granaderos a Caballo
Gral. San Martín, el 1º de julio de 2016, con motivo de conmemorarse el Día del
Historiador, en el marco del acto organizado por el Instituto Nacional
Newberiano.
(**) Antonio Las Heras es doctor en Psicología Social y
magister en Psicoanálisis. Profesor universitario. Miembro Correspondiente del
Instituto Nacional Newberiano (Ministerio de Cultura de la Nación. Presidencia
de la Nación Argentina.) Director del Instituto de Estudios e Investigaciones
Junguianas de la Sociedad Científica Argentina. Miembro Honorario de la
Sociedad Argentina de Escritores (SADE)
e mail: alasheras@hotmail.com
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