(Mario Blacutt Mendoza)
La literatura ideológica ha tomado como referente
la visión marxista
Creo que es hora de ir al otro extremo del
espectro; en este caso, al análisis del pensamiento de Friedrich Nietzsche, el
gran detentador de las características del “Hombre Superior”
Los artículos que les haré llegar forman parte de
mi obra “Cinco Paradigmas en Nietzsche”
El propósito de estos artículos no es iniciar algún
conflicto ideológico con nadie; al contrario, es consolidar las líneas de
pensamiento y el flujo de ideas en nuestro país
A quienes no les agrada este tema, les pido por
favor, que simplemente marquen como Spam estas entregas y todos en paz
Mario Blacutt Mendoza
(Master of Science)
Nietzsche,
hasta nosotros llega la airada voz de tu Zaratustra, dirigiéndose a los
“Hombres Superiores”:
“Vosotros hombres superiores, aprended esto
de mí: en el mercado nadie cree en hombres superiores. Y si queréis hablar
allí, ¡bien! Pero la plebe dirá parpadeando “todos somos iguales”.
Por lo visto, tu hombre superior se considera superior
con relación a los harapos de los más humildes
No en comparación con los hombres libres del hambre
Por otra parte, identificas muy bien a los ambiguos,
aunque los confundes con los humildes; al respecto dices:
Hoy las gentes pequeñas se han convertido en los señores:
predican resignación y modestia y cordura y laboriosidad y el largo etcétera de
las pequeñas virtudes.
Estas “gentes pequeñas” son los ambiguos, los que tienen
la astucia como virtud y la doble moral como su práctica
Predican resignación y laboriosidad, pero no como
comportamiento propio, sino como una imposición a los débiles
Dicen lo que no hacen; no dicen lo que hacen
¡Para mí no sufrís aún bastante! Pues sufrís por
vosotros, no habéis sufrido aún por el
hombre.
Pero los humildes, los pobres, a los que tú desprecias
tanto, sufren de pobreza y de hambre
Los que producen no comen; los que comen no producen
La pobreza y el hambre es el dueto fatídico convertido en
el gran dolor colectivo, el más penoso de todos los dolores
¿Qué clase de hombre superior es el que desea rodearse de
mendigos para ser admirado por ellos?
Eso es un despropósito absurdo
No queráis nada por encima de vuestra
capacidad: hay una falsedad perversa en quienes quieren por encima de su
capacidad. ¡Especialmente cuando quieren cosas grandes! Pues despiertan
desconfianza contra las cosas grandes, esos refinados falsarios y comediantes
¿Quiere
decir esto que los débiles y enfermos no deben encarar la tarea de rebelarse?
La plebe no sabe lo que es grande, ni lo que
es pequeño; no distingue entre lo que es recto y honesto: ¡ella es
inocentemente torcida, ella miente siempre!
Pero
hay algo que es francamente contradictorio
En
mi país, por ejemplo, hay “hombres superiores” que desprecian a los indígenas,
a la “plebe, por ser indígenas
Los
desprecian por ello, a pesar de que esos indígenas producen lo que los
“superiores” comen
Tendremos
un encuentro para hablar sobre este asunto, cuando lleguemos al tema sobre la
Alienación del Ser
Mientras
tanto, podemos constatar que el “hombre superior”, a diferencia de “la plebe”,
no es autosuficiente
Es
decir, su existir depende, precisamente, de su antípoda social: del que produce
lo que el “superior” consume
¡El
“hombre superior” necesita del mendigo para subsistir!
¿Qué
clase de hombre superior depende de su enemigo?
Por
el otro lado, el hombre que produce, en este caso, los indígenas y mestizos de
mi país, son autosuficientes
No
necesitan de nadie para subsistir
¿Se
desprecia al que produce lo que comes?
¿Se
llama Superior al parásito?
¡La diferencia está en que los hombres
superiores son hombres valientes! ¡Hombres de corazón abierto!
Al
preguntarme, te pregunto:
¿En
quién debería confiar tu Hombre Superior, dado que no quiere rivales, sólo
mendigos?
(Seguiremos)
©MARIO BLACUTT
MENDOZA, poeta
y escritor boliviano
Encargado
Cultural de ASOLAPO ARGENTINA en la Ciudad de La Paz, Bolivia
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