CUANDO IRSE NO ES DIFÍCIL, Salomé Moltó, Alcoy, Alicante, España

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CUANDO IRSE NO ES DIFÍCIL

Los excursionistas bajaban lentamente, esta vez cansados, esta caminata les había, ciertamente agotado. Dejaron sus mochilas en el suelo al rededor del pozo.

.-Abuela, hemos pasado la verja para acercarnos al pozo, tenemos una sed enorme.

Los excursionistas tomaron del pozo una agua fresquita y empezaron a charlar de la excursión, mientras la abuela dormitaba.  La subida hasta el pico Moncabrer había sido toda una hazaña, el frío en la cumbre y el viento ya en la cima del pico  y el sol que les había golpeado en la bajada los había dejado exhaustos

.- Mira, dijo José, seguro que su nariz será como un tomate mañana.

.- Pues no quiero ni pensar en la calva de Daniel, que no lleva ni una gorra,

.- Sí, ya veréis, haré de semáforo, cuando os alumbre desde mi casa- repuso Daniel con tono irónico.

Todos empezaron a reír. Todo eran bromas, empujes, charlotadas.

.- ¡He un poco de respeto, no vayáis a despertar a la abuela!

En una vieja hamaca la abuela dormía plácidamente. Cuando llegaron la saludaron y empezaron a sacar agua del pozo y empezaron a beber unos tras de otros.

Rhina se acercó a la abuela, para ofrecerle un vaso de agua y ésta no se movió.

.- ¡Pedro, ven! Dijo una de las chicas con gesto de intriga.

Pedro se acercó y observó a la mujer en cuyo lado derecho, justo al contrario de donde ellos la observaban, había algo caído en el suelo.

.- Creo que se le ha caído el pañuelo y no se ha dado ni cuenta, dijo la joven.

.- ¡Qué coño, dijo Pedro exaltado y observando a la vieja con detenimiento, ¡está muerta!

De repente se acabaron las risas, la conversación y surgió un espanto ante el funesto golpe que aquella situación les había deparado.

.- Ella me dio las primeras mil pesetas necesarias, para que fuera a ver un partido de fútbol, hace ya muchos años. Mis padres no tenían un duro.

Surgieron varios comentarios de hechos pasados donde la abuela había demostrado su dimensión humana.

.- Es hermoso que sólo recordemos su parte positiva, de la negativa, cierto que ya habrá quien la recuerde.

© SALOMÉ MOLTÓ, poeta y escritora española

MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA