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YO NO SABÍA
de su nombre en
otoño.
los meses de verano
fueron oscuros,
densos en instancias.
Mis aullidos partieron
al final de septiembre
hacia otros derroteros.
Se hacía insoportable
por mí y por los vecinos
gritarle más.
Cada noche gemía
con la ventana abierta.
los ojos anegados
de sal,
se prendían a la fugacidad
de una estrella de Agosto.
Y yo descalza,
esperé su llegada
con las piernas abiertas a la luna.
Esos noventa días
con sus noventa noches.
se pasaron
precipitadamente
entre impactos de sol
y conjuros de espejos.
Encendí muchas velas
Inciensos, sahumerios.
Convoqué un aquelarre
de muñecas y objetos regalados
por él.
Todo fue inútil.
El otoño llegó
Sin sus noticias.
Comenzaron los árboles
a sufrir de
calvicie
y yo también.
Una mañana de esas,
mi lavabo se colmó
de pelos muertos.
Resolví comenzar
un cursillo de olvido
de no saber.
Me ejercité en la amnesia
desde su nombre.
Estamos en Noviembre
yo ya no le conozco,
pero sigo escribiendo
puedo verle de frente cuando quiera,
pero no se su nombre.
Mi pelo está muy sana
como mi corazón
conocedor de amores
y binomios
mis muslos son ahora
dos lotos de la luna.
©CARMEN CASTEJON
CABECEIRA, poeta y escritora española
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Apasionada queja,ilusión defraudada,jardín reseco mustio, donde fue primavera..lamento solitario del alma destrozada.Excelente retrato del desamor.
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