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MAGIA SINCRÉTICA EN RAPA NUI
Por Antonio Las Heras
Día de ayuno.
El franciscano predicó abstinencia.
De su mano temblorosa cada feligrés recibió la Paz.
Última jornada en Rapa Nui.
Día de ayuno
ofrenda para los dioses que aquí viven
ocultos en las estatuas
cuyo significado cierto todos ignoramos,
aunque – cada quien – lo sabe en su sentimiento interno.
Día de ayuno
encerrando en hogares de oscuridad
fuerzas del Mal que proliferan.
Día de ayuno.
Cada ahu, volcado, roto, quebrado
convertido por la erosión en piedra vulgar,
centurias con el rostro apretado al barro,
percibe sentimientos de luz, aliviándose.
Día de ayuno.
Última jornada de un argentino en Rapa Nui.
Lágrimas se esparcen sobre la tierra sagrada de Tahai
acostumbrada a rituales y ceremonias mágicas.
La isla, en sus entrañas mismas, se estremece.
Ranu Raraku profiere gritos ya olvidados.
Hecho ignorado por varias memorias
acaba de repetirse nuevamente.
Calla el canto de los pájaros,
el viento se torna más intenso,
oleajes crecen de espumas blancas en Anakena.
En la garganta de la Caverna de las Vírgenes
brota conmovedora queja por generaciones acallada
descubriendo rostros de asombro enigmático
en los más ancianos, descendientes de los originarios.
Un avión despega en Mataveri.
Algo se desprendió y permanece unido.
Día de ayuno.
Fuerzas que permanecen esperando
aguardan, activas, otras búsquedas.
Rapa Nui (Isla de Pascua), 24 de febrero de 1.994
©ANTONIO LAS HERAS, poeta y
escritor argentino
MIEMBRO ASESOR CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
Mudas,inescrutables, con el mensaje milenario en sus entrañas, belleza inescrutable,que clama por Paz, amor, almas transparentes y paz en los corazones!!!!
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