ÚNICO ESPACIO OFICIAL DE DIFUSIÓN GRATUITA PARA NUESTROS MIEMBROS. NORBERTO PANNONE
jueves, 27 de agosto de 2015
domingo, 23 de agosto de 2015
ESTABA CIEGA, Alejandra Zarhi, Santiago, Chile
Imagen de: elperlanegra.net
ESTABA CIEGA
Estaba ciega, no veía la verdad
y apareció él y me
gritó "te amo".
Todos esos deseos que anhelaba
escuchar de otros labios
brotaron de aquel de menos años.
Estaba ciega, no entendía razones
ahora solo tengo tantas emociones.
Me cubren de besos, alaban mi cuerpo
se rinden ante la imagen madura.
Soy la reina del castillo
ya no lloro en silencio.
Impacto de suerte, cumplido.
Pasados instantes solitarios,
llenos de ardores.
Cimientos fuertes, encima mío
palabras dulces y verdaderas.
Gritos de placer lanza el hombre
exclamaciones de asombros
preguntando.
Estaba ciega
¡Encontré la luz!
© ALEJANDRA ZARHI, poeta y escritora de Santiago, Chile
PRESIDENTE DE ASOLAPO
CHILE, EMBAJADORA CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA
ALGO HAY…, Victor Velázquez, Lascano, Rocha, Uruguay
Imagen de: www.xn--significadodelossueños-ubc.net
ALGO HAY…
Es la lluvia, es tu sombra, o es el Chuy
algo hay (vago y solemne) esta mañana
que se yergue, que me grita, que se ufana
recordándome un abrazo en frenesí.
Es tu boca, este poema, o esa flor
algo hay (terso y tangible) en esta hora
que me hiere, me convoca, y me enamora
como entonces, de tu cuerpo todo ardor.
Es tu risa, mi silencio, o nuestra pena
algo hay (¿amor, tal vez?) que me condena
a repasar en un instante lo que fui;
es un libro, tu ternura, o nuestro sueño
algo hay (no tengas dudas) que en tu dueño
me convierte, recordándote en el Chuy.
©VICTOR VELÁZQUEZ, poeta y escritor de
Lascano, Rocha, Uruguay
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
ICONOCLASTA INEXTINGUIBLE, Rafael Mérida Cruz-Lascano, Guatemala
Imagen de: elcomercio.pe
“Iconoclasta inextinguible”
Zéjel: Al Grande Poeta
“César Vallejo“ Perú.
.
.
Letra peruana sacude
al que su numen desnude.
.
En su cielo literario
hay espejo iridiscente
y su reflejo hondamente
que lo convierte en santuario.
.
Letra peruana sacude
al que su numen desnude.
.
Es su lamento poético
con dolencia, desespero
y su libre tema fiero
que muestra su estilo sético
.
Letra peruana sacude
al que su numen desnude.
.
Es conjuro singular
que en su poesía viva
la eleva por cognitiva
y a sabios hace dudar:
Letra peruana sacude
al que su numen desnude.
.
.
©Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano
Guatemala, C.A.
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
Iconoclasta: rompe con los dogmas o convenciones establecidas.
Numen: idea del poder mágico que hay su poesía
Iridiscente: colorida y “brillante”
Santuario: personaje importante por su propio género.
Sético: como lija. Auténtica rebelión contra los que dominan reglas.
Cognitiva: elevada en conocimiento.
Iconoclasta: rompe con los dogmas o convenciones establecidas.
Numen: idea del poder mágico que hay su poesía
Iridiscente: colorida y “brillante”
Santuario: personaje importante por su propio género.
Sético: como lija. Auténtica rebelión contra los que dominan reglas.
Cognitiva: elevada en conocimiento.
sábado, 22 de agosto de 2015
DUETO, Mario Blacutt Mendoza, La Paz, Bolivia
Dueto: se estructura sobre 20 poemas de Juana de Ibarborou a cada uno de los cuales le "respondo" con uno de los míos, tratando de mantener la atmósfera poética en la cual la Novia de América escribió sus versos, esto es, el Modernismo
Mario Blacutt Mendoza
La Pequeña Llama
(Juana de Ibarborou)
Yo siento por la luz un amor de salvaje.
Cada pequeña llama me encanta y sobrecoge;
¿no será, cada lumbre, un cáliz que recoge
el calor de las almas que pasan en su viaje?
Cada pequeña llama me encanta y sobrecoge;
¿no será, cada lumbre, un cáliz que recoge
el calor de las almas que pasan en su viaje?
Hay unas pequeñitas, azules, temblorosas,
lo mismo que las almas taciturnas y buenas.
Hay otras casi blancas: fulgores de azucenas.
Hay otras casi rojas: espíritus de rosas.
Yo respeto y adoro la luz como si fuera
una cosa que vive, que siente, que medita,
un ser que nos contempla transformado en hoguera.
una cosa que vive, que siente, que medita,
un ser que nos contempla transformado en hoguera.
Así, cuando yo muera, he de ser a tu lado
una pequeña llama de dulzura infinita
una pequeña llama de dulzura infinita
para tus largas noches de amante desolado.
Fuego
Mario Blacutt Mendoza
Yo nací con el fuego que sacude los volcanes
Mis venas, en llamas de incendio se fraguaron
Pero no temas, amada
No quiere mi fuego arder y devorar
con sus serpientes voraces
Quiere proteger tus manos que fueron llama de mármol
Tus ojos, llama de luz; tu boca, llama de nardos
Quiere mi fuego mostrar el poder y el cariño salvajes
que tenemos los hombres con el alma de amianto
Yo soy, cariño mío, el amante desolado
Tu luz de dulzura infinita en mi almohada titila
Mi fuego se doméstica, se arrodilla ante la llama
Blanca de rosa y rosa de violetas marchitas
Cuán grande es mi fuego cuando hace temblar de frío
Cuando de calor trepida y vomita flamas de piedra
Como en las noches de tinieblas sincopadas
Cuando explota, Atila temible en su luz de cuarzo
Para abrazarte más allá de la muerte
Más allá de mi puño abierto de vándalo conquistado
©MARIO BLACUTT MENDOZA, poeta y escritor boliviano
ENCARGADO CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA EN LA PAZ, BOLIVIA
“DÍA MUNDIAL DEL FOLKLORE” , Carlos Rodolfo Ascencio Barillas, El Salvador
Imagen de: androidwallpaper.science
“DÍA MUNDIAL DEL FOLKLORE”
Son
mariposas que vuelan hacia el ocaso
destellando
su luz grávida,
con sus
majestuosas alas ardientes,
son
auroras que deslumbran
en los
amaneceres rotundos,
y sus
altas montañas enaltecen
el color
de sus costumbres,
y los
timbales de sus alientos,
son
céfiros que besan los labios,
desde
las burbujas del alba
hasta
las pompas del llanto,
y su melodía reverdecen los mirtos
y sus
clarines pájaros de su boca,
ellos
son las nubes de la ilusión
y el
acerbo resplandeciente calor,
ellos
son las flautas de los ríos
y la
quena de sus ojos
y la
maracas que encienden las noches.
Ellos
aman las llanuras de su pecho,
y el
amanecer de su canto,
ellos van con los pueblos hermanos,
la
historia, la danza y el ritmo,
ellos alegran
las estrellas de la emoción,
con el
arpa, la guitarra y el bombo.
Son la
vida en el viento,
y son esperanzas que avanzan,
y nacen
con los brisas lejanas
y viven
agitando amores
con sublimes
fervores
y sin
esperar, ganar favores.
Ellos dan
más de lo que reciben
y sus
días son aguas cristalinas
y sus
cuitas son mares de añoranzas
y sus
mieses empalagan los corazones
y sus
frutos son las fresas del alma
y Sus
elegantes caminos
transitan
senderos de calma,
que
renacen con el tiempo
y
vuelven con las lloviznas agrestes.
Ellos
son los estuosos pilares
y las
risas de los niños
y el
amor de las doncellas,
y las
ilusiones de multitudes,
y son la
expresión divina,
y la
tradición andina,
y van de
la mano
con los pueblos
del mundo…
©CARLOS RODOLFO ASCENCIO
BARILLAS, poeta y
escritor salvadoreño
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
viernes, 21 de agosto de 2015
NOCHE, Rodolfo Leiro, Buenos Aires, Argentina
Imagen de: www.last.fm
NOCHE
El murmurio y su noche sugería,
a mis plenas pupilas andariegas,
a mis plenas pupilas andariegas,
un sembrado de trigo entre fanegas
que mi propio silencio repetía,
que mi propio silencio repetía,
y era de oro calzada estantería,
bastión de un dorado haciendo entregas,
bastión de un dorado haciendo entregas,
igual que en el oscuro, un grito a ciegas
de tránsito en vivaz mensajería.
de tránsito en vivaz mensajería.
La lengua de las horas recorría
los binomios del sol y de la espiga,
requeridos en gárgolas entregas;
Fue un dopaje de luz en romería
que entre estambres de gozo y maestría,
que entre estambres de gozo y maestría,
subastaba la umbría en mis bodegas.
© RODOLFO LEIRO, poeta y escritor argentino
PRESIDENTE
HONORARIO Y MIEMBRO FUNDADOR DE ASOLAPO ARGENTINA
SOLEDAD, Elsa Yolanda Solís Molina, Barcelona, España
Imagen de: arrakeen.ch
SOLEDAD
A veces pienso que la muchacha del 4º, levantará la vista
cuando pasea por la Rambla y así podrá comunicarse con la realidad.
En ocasiones nos hemos cruzado en la escalera y su aterrada
mirada se ha posado inexpresivamente en la mía, su saludo ha sido un
vertiginoso murmullo que quiso responderme…
Se sienta en los anchos bancos de la Plaza de La Catedral y
su cuerpo desaliñado y quieto, sólo se mueve cuando una gaviota enorme y
desorientada asombra a los turistas sobrevolando la plaza para posarse luego en
la cúpula de la catedral, buscando ávidamente el mar.
Desde arriba, los cantantes que hacen su día con el producto
del bote, parecen pequeños puntos oscuros con una multitud en constante
movimiento a su alrededor, que ignora los problemas de las muchachas.
Las palomas no se acercan a la muchacha, no tiene miguitas
para tirarles…
Ella cruza silenciosa hasta el Museo Gaudí. Recorre
lentamente los tres pisos, hasta llegar a las obras y croquis del maestro que
contempla despaciosamente, subyugada por tanta belleza…
Abajo, las terrazas repletas de personas cuya única opción
es si piden tapas de mariscos o patatas bravas. Es pleno agosto en Barcelona y
las enormes copas de dorada caña, sólo compiten con el blanco de la espuma que
las corona.
Ahora la muchacha desde arriba, se fija en las palomas entre
el constante movimiento de gente deambulando al sol, buscando regalos en las
tiendas de los anticuarios…
Y las palomas siguen picoteando hasta levantar vuelo en
conjunto, asustadas por un niño en patineta.
Como ellas…, pero a la inversa, esa noche la pequeña e
ignota figura del 4º, voló hasta la estrecha callejuela arrastrando en su
vertiginosa caída, un geranio perfumado.
©ELSA YOLANDA SOLÍS MOLINA, poeta y
escritora argentina
MIEMBRO HONORÍFICO DE
ASOLAPO ARGENTINA
CANTO, Nedy Cristina Varela Cetani, Montevideo, Uruguay
Imagen de: casadelamusica.ec
CANTO
Esta guitarra mastica soledades
de sabor aún no escrito
en las cuerdas de mi boca.
Canta con los hijos
recién paridos
en mi voz.
Esta guitarra tiene
un oscuro misterio
en su boca de asombro.
Eco de luz
en el camino de mi
voz.
Me ahueco para sentir su cuerpo.
Soy embrión
esperando
el acorde que da vida.
En mi boca,
mi lengua, mi garganta,
el rasgueo de un llanto
amanece.
©NEDY CRISTINA VARELA CETANI, poeta y
escritora uruguaya
GOBERNADORA CULTURAL DE
ASOLAPO ARGENTINA EN MONTEVIDEO, URUGUAY
domingo, 16 de agosto de 2015
JUANA AZURDUY, César José Tamborini Duca, León, Espáña
Imagen de: taringa. net |
Juana Azurduy
Comenzaré éste artículo con unos
versos que no me pertenecen, se trata de un fragmento del payador argentino
Evaristo Barrios escrito en 1947 titulado
¡Délen cancha a las mujeres!
Aura que en un hervidero
parece encontrarse el mundo,
con justas razones fundo
lo que aquí decirles quiero.
Si en doloroso entrevero
la mujer pudo mostrar
su coraje pa’ peliar
bien apareada al varón,
¡ha de tener condición
dejuro, pa’ gobernar!
Juana Azurduy de
Padilla nació el 12 de julio de 1780 en el cantón de Toroca, muy cerca de
Chuquisaca, y murió en esta ciudad el 25 de mayo de 1862 (hay quienes afirman
que murió en Jujuy).
Heroína de la
independencia del Alto Perú (actual Bolivia) y descendiente de una familia
mestiza, de la que quedó huérfana muy tempranamente, pasó los primeros años de
su vida en un convento de monjas de su provincia natal, Chuquisaca, que era
entonces sede de la Real Audiencia de Charcas. Recordemos de paso los diversos
nombres con que se conoció la actual Sucre en distintas épocas: La Plata,
Charcas, Chuquisaca.
En 1802 contrajo
matrimonio con Manuel Ascencio Padilla, y ambos se unieron al movimiento
independentista de 1809 que nombró gobernador del territorio a Juan Antonio
Álvarez. Del matrimonio nacieron cinco hijos, aunque Manuel no alcanzó a
conocer el último pues murió en un encuentro con los realistas antes del
nacimiento de aquélla.
Retrocedamos un
poco en la historia para saber por qué Juana Azurduy, de nacionalidad
boliviana, es considerada una de las mujeres argentinas. Por
Real cédula de 1 de agosto de 1776 Carlos III creó el Virreynato del Río de la
Plata, en el que estaban incluidas –además de las gobernaciones de Paraguay,
Tucumán, Cuyo y del Río de la Plata- los territorios conocidos como “del
Alto Perú” (Potosí, Charcas, Santa Cruz de la Sierra) que hoy constituyen
Bolivia. En ese territorio, el 16 de julio de 1809, se produjo un movimiento
que buscaba la independencia de España. Pero si nos situamos aún más lejos, en
el año 1780 (simbólicamente, el año en el que nació Juana Azurduy) la ciudad de
La Paz fue sitiada por Túpac Catarí y Bartolina Sisa, alzados en armas en apoyo
de Túpac Amarú. En la mencionada sublevación de 1809, Juana Azurduy de Padilla
tomó partido por la causa de la libertad americana junto a su esposo.
Producido el
movimiento revolucionario del 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, los realistas
altoperuanos pidieron al virrey del Perú José F. de Abascal que enviara
auxilios; sin embargo Cochabamba, La Paz, Oruro, Charcas y Potosí se plegaron a
la Junta de Buenos Aires, más aún cuando el 7 de noviembre de 1810 se produce
la primera victoria de las armas argentinas en Suipacha.
Juana recorría las
comarcas vecinas reclutando hombres y mujeres para la guerrilla, organizando
con su esposo un batallón denominado “Los Leales” que debía
unirse a las tropas enviadas desde la capital del Virreynato, comandando varias
acciones contra tropas españolas.
En 1810 se
incorporó al ejército libertador de Manuel Belgrano, que quedó muy impresionado
por el valor en combate de Juana; en reconocimiento a su labor, Belgrano llegó
a entregarle su propia espada. Juana y su esposo participaron en la defensa de
Tarabuco, La Laguna y Pomabamba.
Juana Azurduy
Mención especial
merece la intervención de Juana Azurduy en la región de Villar, en el verano de
1816. Su marido tuvo que partir hacia la zona del Chaco y dejó a cargo de su
esposa esa región estratégica, conocida también en la época como Hacienda de
Villar. Dicha zona fue objeto de los ataques realistas, pero Juana organizó la
defensa del territorio y, en una audaz incursión, arrebató ella misma la
bandera del regimiento al jefe de las fuerzas enemigas y dirigió la ocupación
del Cerro de la Plata. Por esta acción y con los informes favorables de
Belgrano, el Director Supremo en Buenos Aires Juan Martín de Pueyrredón, en
agosto de 1816 decidió otorgar a Juana Azurduy el grado de teniente coronel.
En la dureza de la
guerra perdieron la vida sus 4 hijos pequeños que acompañaban al matrimonio.
Quince años duró la lucha de estos guerrilleros sin que se dejara de pelear un
solo día, y en uno de esos encuentros con las fuerzas realistas, en la batalla
de Villar del 14 de septiembre de 1816 perdió la vida su amado esposo, que para
salvar la vida de Juana entregó la suya. A la muerte de su esposo asumió la
comandancia de las guerrillas que conformaban la denominada Republiqueta de
La Laguna.
Luego de dar a luz
una niña, se unió al grupo guerrillero que comandaba Martín Miguel de Güemes y
operaba en el Alto Perú, pero a la muerte del caudillo salteño esta guerrilla
se disolvió y Juana se vio constreñida a malvivir en Salta.
Tras el
renunciamiento de San Martín para terminar su gesta libertadora ante la
negativa de Rivadavia de proporcionarle los medios humanos y materiales
necesarios, fue Sucre en la batalla de Ayacucho (el 9 de diciembre de 1824,
batalla en la que participaron los Granaderos a Caballo de San Martín) el que
puso fin a la guerra, proclamándose la independencia el 9 de Julio de 1825
siendo Presidente de la Asamblea José Mariano Serrano. (*)
Con la proclamación
de la independencia Juana intentó en numerosas ocasiones que el gobierno del
nuevo Estado le devolviera sus bienes para regresar a su ciudad natal (de paso
recordemos que ella era hija de una mestiza y de un terrateniente de origen
español), sin conseguir una resolución favorable. El Mariscal Sucre le había
otorgado una pensión que le negaron a partir de 1857, muriendo indigente en
1862 y enterrada en una fosa común. Cien años después durante el gobierno de
Víctor Paz Estenssoro sus restos fueron exhumados para ser guardados en el
mausoleo que se construyó en su homenaje.
Hoy se le reconocen
sus méritos siendo ascendida a Teniente General durante el actual gobierno
argentino, que hizo emplazar una estatua en su honor detrás de la Casa Rosada;
concebida por el artista argentino Andrés Zerneri, la misma lleva en lo alto de
su mano, la espada que le regaló el General Belgrano en reconocimiento a su
valor.
Merece
transcribirse parte de una carta escrita en 1830 y dirigida “A las
honorables Juntas Provinciales (…) Solo el sagrado amor a la patria me ha hecho
soportable la pérdida de un esposo sobre cuya tumba había jurado vengar su
muerte y seguir su ejemplo; mas el cielo que señala ya el término de los
tiranos, mediante la invencible espada de V.E. quiso regresase a mi casa donde
he encontrado disipados mis intereses y agotados todos los medios que pudieran
proporcionar mi subsistencia; en fin, rodeada de una numerosa familia y de una
tierna hija que no tiene más patrimonio que mis lágrimas; ellas son las que
ahora me revisten de una gran confianza para presentar a V.E. la funesta lámina
de mis desgracias, para que teniéndolas en consideración se digne ordenar el
goce de la viudedad de mi finado marido y el sueldo que por mi propia
graduación puede corresponderme”.
Vano intento, por
una injusticia que es reparada tardíamente con la erección de su estatua el 16
de julio de 2015. El gobierno boliviano donó la escultura que está formada por
cuatro piezas que en conjunto pesan 25 toneladas con 9 metros de altura, tardó
3 años en terminarse y trabajaron más de 45 personas en su realización. Se
montó sobre una base de 6 metros para alcanzar la altura ideal que permita
verla desde las ventanas del Salón Mujeres Argentinas de la
Casa Rosada.
(*) José Mariano
Serrano había nacido en Chuquisaca y por lo tanto era considerado también
argentino. Fue Diputado por Chuquisaca a la Asamblea del Año XIII en Buenos
Aires, y diputado por Charcas al Congreso de Tucumán que el 9 de Julio de 1816 declaró
la Independencia Argentina “de toda dominación exterior”; como Secretario del
Congreso tuvo la previsión de guardar copia de las Actas del mismo que no se
conservaron, y gracias a él pudieron ser reconstruidas. Por él llevaban nombre
una importante calle y plaza del Bª de Palermo en Buenos Aires, que actualmente
se denominan Jorge Luis Borges y Julio Cortázar respectivamente.
© CÉSAR JOSÉ TAMBORINI DUCA, poeta
y escritor argentino
MIEMBRO
HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
MARIO, Carlos Rodolfo Ascencio Barillas, El salvador, San Salvador
Imagen de: qarrsiluni.com
“MARIO”
Mario,
hoy que
han pasado
treinta
años,
y hemos
recorrido
el mundo
que nos
separa
por
hombres
tentados
en la
carne
y en el
llanto,
por
diferencias
mezquinas
y absurdas,
por
orgullos
y
prejuicios,
de las
vanas
indiferencias.
Hoy hace tiempo,
en la
infancia
puedo
recordar
tu voz,
tu aliento
tu
mirada profunda,
y los
insignificantes,
remolinos
de
vientos
que
limpian
el polvo
de los
desiertos,
así, te
recuerdo
lejos,
muy lejos,
de la
razón
y de la
verdad,
porque
hoy
nos
enfrentamos
en los
túneles
oscuros
de tus
ocasos
y que
ahogan
nuestros
silencios,
que
triste agonía,
siente
el alma mía,
desperdiciar
la vida
para
recibir la muerte
en los
laberintos,
de la
noche fría.
©CARLOS RODOLFO ASCENCIO
BARILLAS, poeta y
escritor salvadoreño
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGENTINA
LUGAR MÁGICO, Carlos Egisto Antinori Ascoy, Guadalupe, La libertad, Perú
Imagen de: creaciones.bligoo.com
LUGAR MÁGICO
Existe un lugar de ensueño
donde yo soy el dueño
allí soy importante
porque soy el único habitante
aunque no tengo casa
donde curar mis penas
la paso bien caminando
ese lugar tiene rincones
como si fuesen balcones
de allí veo al mundo girar
a los niños llorar
a las mujeres gemir
a los hombres blasfemar
aquel lugar mágico
es propiedad privada
ni donde DIOS puede entrar
para castigar mis pecados
allí soy eternamente libre
para pensar lo que quiera
para decir lo que siento
para hacer lo que guste
sin importarme la gente.
© CARLOS
EGISTO ANTINORI ASCOY, poeta y
escritor peruano
MIEMBRO HONORÍFICO DE ASOLAPO ARGRENTINA
jueves, 13 de agosto de 2015
LA LEY DEL SAQUEO, Dr. Mario Blacutt Mendoza, La Paz, Bolivia
LA LEY DEL SAQUEO
Hace algún
tiempo, empecé a hacerles llegar el resumen de lo que yo llamé La Historia
Informal: la Ley del Saqueo. En esos primeros envíos dije que una de las leyes
más reales y constantes de la historia era la Ley del Saqueo. Esta
introducción me llevó a la tarea de estructurar un Teorema, un Corolario y un
Precepto, deducidos todos, de los hechos interactuantes. El Teorema del Miedo: El miedo, como el campo magnético en el cosmos, se expande por la mente
humana permanentemente. El Corolario
del Miedo: La Ley del Saqueo procede
del miedo a ser saqueado. El precepto
del Miedo: “Haz a los demás lo que no quieres que te hagan a
ti, antes que los demás te lo hagan”. Dije también que mis hallazgos se
circunscribirían al mundo occidental, de tal manera que empecé con Esparta.
Describí a los espartanos como guerreros entrenados para matar y saquear,
aunque sin ninguna ambigüedad por la que pretendieran velar su ser de guerreros
y saqueadores.
Luego me
refería los atenienses, quienes eran la contraparte ambigua de los espartanos,
pues eran dados a los discursos y a la ambigüedad moral. Cité varias razones
que me permitían describirlos como ambiguos. En primer término, su concepción
de la democracia; los historiadores tradicionales, a quienes identifico como
los “sonajeros de la historia” han idealizado esta ambigüedad ética como una
virtud sublime. La democracia ateniense real estaba basada en la existencia de
esclavos, quienes producían lo que los parásitos comían. Apremiado por la
necesidad de tener esclavos, a la par de los botines de guerra, el gran
Aristóteles sentenció que “el esclavo lo era por naturaleza”, dando su
bendición para que el látigo escribiera la historia en la espalda del esclavo.
Fue también Aristóteles quien ratificó algo que ya estaba instituido en la
Grecia antigua, esto es, que la mujer era un ser inferior. Con Sócrates, el
filósofo que peroraba en conferencias improvisadas en las calles de Atenas, los
sonajeros de la historia encontraron una nueva oportunidad de hacer un acto de
fe de la falsa modestia, pues se supone que era reconocido como un sabio por
quienes escuchaban sus palabras; sin embargo afirmaba que “lo único que sé es
que nada sé”. Este slogan, cuyos derechos de autor aún consolidan su fama, fue
intermitentemente señalado por los sonajeros como la “humildad llevada a su
extremo más sublime”. No nos extrañemos que Nietzsche tuviera una opinión muy
negativa del que enseñaba al pueblo exclamando que “nada sabía”
Luego pasamos
a Roma; allí vimos que los emperadores, con las excepciones debidas, fueron
unos locos desaforados por ser “representaciones de la divinidad”. Tiberio,
Calígula, Nerón, Cómodo… hicieron de Roma el escenario de las arbitrariedades
más grandes en la historia de Occidente. Señalaban como bárbaros a las
agrupaciones germanas. Sin embargo, nadie era tan “bárbaro” como el romano, por
lo menos no lo era en el grado de hacer una distracción dominical el encuentro
de cristianos con las fieras, en cuyas garras y dientes terminaban desechos.
Esa actitud de parásitos y plebeyos romanos puede ser calificada de bárbara,
salvaje, ignominiosa… en toda la extensión de la palabra. Desde el próximo
envío seguiremos con la interpretación de la historia como la Ley del Saqueo y
la elevación de la ambigüedad moral a rango de virtud por los historiadores
sonajeros, relatando lo que fue el periodo de los emperadores hasta el siglo V
Mientras
tanto, les invito a leer mi obra: Desarrollo Local Complementario, ingresando
al siguiente portal:
http://www.marioblacutt.com/2015/08/desarrollo-local-complementario-un.html y en Facebook https://www.facebook.com/eldeberdevivirfeliz .
© MARIO BLACUTT MENDOZA, poeta y escritor boliviano
ENCARGADO
CULTURAL DE ASOLAPO ARGENTINA EN LA PAZ, BOLIVIA
LAS BÚSQUEDAS ESPIRITUALES DE RICARDO GÜIRALDES, Dr. Prof. Antonio Las Heras, Buenos Aires, Argentina
LAS BÚSQUEDAS ESPIRITUALES DE RICARDO GÜIRALDES
Escribe el Prof. Dr. Antonio LAS HERAS
“Tener alma de proa” es la ambición de nuestro autor,
expresada en “El cencerro de cristal”. Alma de proa implica mucho más que la
mirada continua hacia delante. Visión reprochable si, carente de sentido, sólo
siembra ansiedad. ¡Cuántos miran hacia la popa presos de recuerdos! ¿Y, acaso,
no hay otros con la mirada fija en la cubierta temerosos del hoy? ¿Cómo pedirle
a esos que se atrevan a la mirada de la proa?
Se trata aquí de una personalidad que requiere la
ineludible presencia de una fuerza interior – perseverante, perenne – que nunca
se arredra; ni aún en los momentos inciertos de niebla y hasta aquellos donde
la oscuridad del espíritu se asemeja a lo absoluto.
Ese ámbito donde el común de los mortales disuelve su
existencia como inútil hoja seca arrastrada hasta su pulverización por el
arremolinado viento de otoño, no es obstáculo para quien su alma es proa que
abre las aguas con el afán de descubrir nuevos puertos, otras regiones.
Aquellas que – parafraseando a Carl Gustav Jung – sólo los poetas comprenderán
porque no se trata de sitios físicos, susceptibles de percepción, sino aquellos
propios de un mundo interior: el inmundo al que se refirió el filósofo
triversitario Miguel Herrera Figueroa (1.-).
Místicos, esotéricos y alquimistas hicieron suya la
búsqueda de esa región cósmica. No fue ajeno a ello Ricardo Güiraldes.
“Su gran
personalidad mística no puede retacearse”, ha dicho B. C. Ramachandra
Gowda. Quien agrega: “Estamos frente a un místico que a fuerza de crecer en
espíritu es universal, sin dejar por ello de ser auténticamente argentino”.
(2.-)
Don Ricardo es un verdadero alquimista. No utiliza
retortas, alambiques ni crisoles. El se convierte a sí mismo en laboratorio. Su
producto acabado, la Piedra Filosofal que obtiene, la Fuente de la Juventud, es
– precisamente – su obra literaria. En particular, claro está, “Don Segundo
Sombra”, una novela donde el protagonista atraviesa todos los pasos que
corresponden a todo Héroe Solar, de cualquier mitología y época, en su proceso
para desarrollar una consciencia adulta capaz de permitirle convertirse en
único e irrepetible, sin máscaras, sin engaños, sin hipocresías. Un hombre
sostenido por tres pilares que hacen las veces de cimientos: un hombre pleno de
libertad, de espíritu desplegado y cabal en la racionalidad para la toma de
decisiones acertadas. No es, por supuesto, el alquimista sesgado que suponen
los profanos: un solitario mezquino persiguiendo modificar las moléculas de un
trozo de plomo en oro.
La
búsqueda de los alquimistas está expresada en el texto tradicional
“Trascendental Magic”, de Eliphas Levi, que sostiene: “La Gran Obra consiste,
por encima de todo, en que el hombre se cree a sí mismo, es decir, que domine
total y absolutamente sus facultades y su futuro; es especialmente la completa
emancipación de su voluntad lo que le asegurará el... control absoluto del
Agente Mágico Universal. Este Agente, al que los antiguos filósofos disfrazaron
con el nombre de Materia Primera, determina las formas que muestran las
sustancias modificables; a través de él, podemos muy bien llegar a la
transmutación de los metales y a la Medicina Universal”. Carl Gustav Jung
vuelve en nuestro auxilio para advertirnos que “la misteriosa sustancia
transformable” de la que hablan los alquimistas “es, al mismo tiempo, el
‘espíritu’ que mora dentro de todos los seres vivientes”.
Por eso no debe extrañarnos que el mismo hombre que
redactó una de las obras inmortales de la literatura Argentina e
Iberoamericana, el poeta que una Nochebuena puso en un verso que hubo “una gran mancha de luz sobre el mundo”
y escribió los “Cuentos de muerte y de
sangre”, sea la misma persona que visitó regiones del orbe que – todavía
hoy – nos aparecen lejanos y exóticos.
Son de cita
reiterada las estadías de Güiraldes en París. Pero pocos han observado que ese
argentino, a comienzos del Siglo Veinte, cuando la aviación no existía y la
navegación era apenas segura, se aventuró llegando, entre otros países, a China,
Japón, India, Ceilán, Rusia y Egipto. Probablemente también pocos han leído “El sendero”, ese itinerario de viajes
espirituales redactado a modo de diario personal, en el que Don Ricardo reseña
su asistencia a conferencias, en la Ciudad Luz, sobre los temas que despertaban
su interés – la yoga, el orientalismo, el budismo – ofrecidas por visitantes de
aquellas lejanas latitudes.
Güiraldes visitó Oriente con un afán diferente al del
turista. Indagó creencias, practicó rituales, conversó con “hombres santos”,
discutió sobre técnicas para lograr el éxtasis: esto es, la contemplación de la
divinidad.
En su búsqueda utilizó drogas. Es particularmente
importante una anotación en “El sendero”
donde afirma su certeza de que a través de esas intoxicaciones nada
trascendente puede obtenerse. “... puedo
decir que no me cuadra ninguna droga. Conozco los ‘paraísos artificiales’,
desde el alcohol hasta el opio. ... ningún vicio de estos me ha captado...
Estas pruebas han dejado en mí, después de un momento de mezquino desvarío, una
repugnancia..., porque el escapar de las miserias estúpidas por un medio
extraño a mí mismo, no cuadra a mi deseo de absoluta libertad interior. Soñar
de prestado, sabiendo que mis sueños vienen de la botica, hace reír mi orgullo
ante tal recurso de capón. Por eso no he podido pertenecer a ninguno de esos
infiernos...” (3.-)
Empero, hay un
relato de esos días, producto de su imaginación durante un estado alterado de
consciencia, donde el autor hace una peculiar descripción de los argentinos y
qué cambios futuros aguardaba. Traemos aquí este fruto de un instante
alucinado, por ajustarse los parámetros que ofrece Jung sobre los fundamentos
alquímicos.
“Pero este tiempo había sido aquel en el que
el espíritu de los alquimistas luchaba realmente todavía con los problemas de
la materia, cuando la consciencia investigadora se enfrentaba con el espacio
oculto de lo desconocido y creía ver imágenes y leyes que, sin embargo, no procedían
de la materia, sino del alma. Todo lo desconocido y vacío se consuma por medio
de la proyección psicológica: es como si se reflejara en la oscuridad el fondo
del alma del observador. Lo que ve y cree reconocer en la materia son, ante
todo, sus propias circunstancias inconscientes que él proyecta en ella; es
decir, salen a su encuentro, procedentes de la materia, estas cualidades y
posibilidades de significación inherentes en apariencia, de cuya naturaleza
psíquica no tiene consciencia alguna”. (4.-)
Hecha esta consideración previa, ingresemos al universo
mental del autor de “Raucho”.
Hugo Rodríguez – Alcalá (5.-) lo cuenta de este modo: “Hay un documento privado – una carta, una
confidencia – que se publicó veintiocho años después de su muerte, y que ahora
resulta esclarecedor. Es una carta a Valery Larbaud. En ella relata el poeta
una ‘revelación’ que tuvo en Ceilán, en un fumadero de haschich. ¿De qué fecha
es la carta? De agosto de 1925. ¿Y de qué fecha la revelación? De 1911”
“Vale la pena transcribir
el pasaje entero. Tras fumar unas pipas, Güiraldes cuenta que le sucedió lo
siguiente:
“... Estaba yo adueñándome de un
bienestar lúcido... Y me alejaba de todo esfuerzo por dilucidar problemas
intrincados. En cambio, se me proponían, sin esfuerzo, paisajes e imágenes que
guardaba cariñosamente ante mis ojos un momento para luego alejarlos, cesando
de entenderlos. La Argentina era un gran país en el mapamundi, que vino así de
pronto. Conjuntamente vi su territorio, su historia y sus hombres. Maravilloso
el territorio que iba desde la nieve al trópico en los dos sentidos de latitud
y altura.”
“Unos pocos hombres bravos y duros
peleaban en pequeños vértices sanguinolentos, perdidos en aquel mundo, y había
en el aire fuertes gritos de rebeldía y de fe en la propia capacidad”.
“Yo veía muy bien
todo esto desde mi conocimiento de civilizaciones completas y ya en retroceso,
y cuando en la calma de los momentos actuales el país se me presentó liso y
aparentemente hecho, vi que todo en él era imitación y aprendizaje y
sometimiento, y que carecía de personalidad, salvo en el gaucho, que, ya bien
de pie, decía su palabra nueva”.
“No era cuestión
para mí, en ese momento, argüir nada”.
“El hecho tenía
carices de axioma y yo comprendía no como quien razona sino como quien constata
una ‘evidencia’”. (6.-)
Esa es la imagen simbólica del gaucho que el autor de “Xamaica” recibe de lo más profundo de
su psiquismo. El que, más tarde, describirá en su inmortal “Don Segundo
Sombra”.
Pero no es la única “visión” que hay del gaucho. El que
describe Güiraldes es trabajador, organizado, dotado de una particular
sabiduría, solitario pero con un proyecto de vida claro construido en torno a
los arreos y el descanso cálido y seguro brindado con el arribo a la estancia.
Pero hay otros gauchos, diferentes, también fruto de nuestra literatura.
El asunto es antiguo y siempre polémico.
Por ejemplo, Jorge Luis Borges expresaba que “... si la mayoría de los gauchos hubiesen
procedido como Martín Fierro, entonces no tendríamos historia argentina.
Nuestra historia es mucho más completa que las vicisitudes de un cuchillero de
1872, aunque esas vicisitudes hayan sido contadas de un modo admirable”. Y
sigue: “... creo que pensar que, de algún modo, Martín Fierro nos simboliza, es
un error, ya que Martín Fierro corresponde a un tipo de gaucho, y este país
ciertamente no fue obra de gauchos. Los gauchos no habrán pensado en una
revolución, en organizar el país y, sobre todo, no hubieran compuesto
literatura gauchesca. Creo que hemos confundido el mérito estético del Martín
Fierro que, ciertamente es grande, con el hecho de suponer que ese libro nos
representa. Yo no me siento representado por ningún gaucho, y menos por un
gaucho matrero. No hay ninguna razón para que ocurra esto”.
El mismo tema puede recibir una iluminación diferente.
Refiriéndose al mismo Martín Fierro, Leopoldo Marechal
difiere de Borges al afirmar que es “...la
materia de un arte que nos hace falta cultivar ahora como nunca: el arte de ser
argentinos y americanos”.
Mientras esta piedra nacional recibe el pulido necesario
para su constitución cimentada y sólida, ¿qué otro deseo podemos tener que
coincidir con la visión de Güiraldes para que los argentinos transitemos este
Siglo Veintiuno con “palabra nueva” surgida “de rebeldía y fe en la propia
capacidad” creadora de originalidades fuera de toda “imitación” donde ni una
pizca asome de “sometimiento”?
¿Cuánto puede aportar la concreción de este deseo en la
afirmación del Nuevo Humanismo por el que trabaja la Masonería Argentina hoy en
día?
La repetición o copia de actitudes frente al mundo,
adoptados como moda - aunque hubieran resultado efectivos para otros, en otros
lugares u otros tiempos - resultan ahora a todas luces inútil. Por supuesto, es
necesario no confundirse y diferenciar adecuadamente entre esa “moda” definible
como una manera efímera y sin trascendencia que se impone en un sitio y lugar;
y los “modelos de la tradición”: es decir, aquellos cuyas raíces llegan a lo
más profundo del psiquismo humano. Sólo así es posible extraer lo mejor de cada
uno. Porque existe en nosotros una energía valiosa presente, aunque – en
innumerables ocasiones – el portador lo ignore. Debemos hacer aparecer en cada
uno de nosotros lo esencial e irrepetible: lo que nos hace iguales poniendo en
valor las diferencias creativas.
Traemos, una vez más, las palabras que el autor de
“Poemas Místicos” escribía para sí mismo:
“Pertenecer a los eternos caprichos de nuestras pequeñas variaciones cotidianas
es casi repugnante. ... Me propongo adueñarme de mí mismo y entrar en el
callejón que me conduzca a la meta de un YO mejor”. (7.-)
REFERENCIAS:
(1.-) HERRERA FIGUEROA, MIGUEL. Actas del Primer Congreso
Argentino de Parapsicología. (Inéditas.) Buenos Aires, 4 al 6 de setiembre de
1981
(2.-) RAMACHANDRA GOWDA, B. C. Introducción a ‘Poemas
místicos”. Editorial Ricardo Güiraldes. Buenos Aires, 1977 (Pág. 7)
(3.-) GÜIRALDES, Ricardo.
El Sendero. Editorial R. G., Buenos Aires, 1977 (Págs. 60/61)
(4.-) JUNG, Carl Gustav.
Psicología y Alquimia. Plaza y Janes. Barcelona, 1977. (Págs. 173/174)
(5.-) RODRIGUEZ – ALCALA, Hugo. Sobre una nueva
interpretación de ‘Don Segundo Sombra”. Diario La Nación. Suplemento de
cultura. Buenos aires, 13 de noviembre de 1966
(6.-) GÜIRALDES, Ricardo. Carta a Valery Larbaud en la
isla de Elba. Revista Sur (Dirigida por Victoria Ocampo) Nº 233, marzo/abril
1955 Buenos Aires. (Págs.112/113)
(7.-) GÜIRALDES, Ricardo.
El Sendero. Editorial R. G., Buenos Aires, 1977 (Pág. 27)
+ Este trabajo es
una versión ampliada del que fue presentado por el autor en las Sextas Jornadas
Nacionales e Internacionales Ricardo Güiraldes realizadas en Mercedes
(provincia de Buenos Aires) los días 18 y 19 de mayo de 2001
+ Antonio LAS
HERAS es Doctor en Psicología Social y Magister en Psicoanálisis egresado de la
Universidad Argentina John F. Kennedy, donde es profesor de Psicología
Junguiana. Fue secretario general de SADE, Sociedad Argentina de Escritores
(1989/2001) entidad que en 2014 lo designó Socio Honorario. Integra la Comisión
de Cultura de la Fundación El Libro. Dirige Gazeta del Progreso, periódico
virtual del Club del Progreso.
© Dr. Prof. ANTONIO LAS
HERAS, ASESOR CULTURAL DE
ASOLAPO ARGENTINA
www.antoniolasheras.com e mail: alasheras@hotmail.com Twitter: @LasHerasAntonio
Teléfono: 54 11
4502 9692
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